Serpientes emplumadas, mariachis, la Virgen de Guadalupe y hasta Chavos del 8 hicieron que en el Sambódromo latiera el alma de México.
La belleza de México y la riqueza de su cultura son capaces de traspasar cualquier frontera, y en esta ocasión llegaron hasta Brasil, donde los mariachis, la Virgen de Guadalupe, y hasta el Chapulín Colorado bailaron al ritmo de samba.
El Carnaval de Sao Paulo 2018 se pintó de verde, blanco y rojo gracias a la escuela Unidos de Vila Maria, que quiso hacerle un homenaje a su país vecino.
La institución sorprendió a todos cuando apareció un templo prehispánico rodeado de serpientes emplumadas y con bailarines ataviados con plumas y trajes que hacían alusión a la cultura azteca, seguidos de cerca por Hernán Cortés, Cristóbal Colón y en una carabela.
Después de ellos, la Virgen de Guadalupe se apareció en el desfile, al igual que el Ángel de la Independencia y un grupo de bailarines folklóricos y mariachis, que meneaban sus caderas en el Sambódromo.
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Las decoraciones de los coches incluían flores, grecas, plumas, muchos colores y hasta algunas catrinas en alusión a los elementos que los brasileños consideraban más conocidos de la cultura mexicana.
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Pero el momento más importante fue cuando un carro alegórico inmenso con todos los personales de El Chavo del 8 arribó al desfile, junto a decenas de “Chavitos” con pantalones de tirantes, gorro y playeras a rayas bailando a su alrededor.
Y por si esto fuera poco el Chapulín Colorado y un ejército de chapulincitos desfilaron detrás de ellos haciendo que todos los asistentes enloquecieran.
“Es un homenaje lindo, maravilloso. Roberto Gómez Bolaños es un icono de la cultura mexicana y nada más justo que hacer ese homenaje para él”, dijo la directora de la escuela, Tarcila Falleiros al terminar el desfile.
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