Las leyes antisantuario y las redadas amenazan la producción de lácteos.
Por: Omar Porcayo
“Los inmigrantes mexicanos sostienen a la industria de los lácteos en Wisconsin, y sin ellos colapsaría”. Así lo expresó el investigador de la Universidad de Wisconsin, Sergio González, autor del libro “Mexicanos en Wisconsin”, durante la presentación de su obra.
González hizo una rigurosa revisión de las aportaciones de la comunidad inmigrante mexicana al estado líder en producción de lácteos a nivel nacional, desde su llegada a la ciudad de Waupon en 1949.
“Los inmigrantes se establecieron en condiciones paupérrimas, con viviendas deficientes, bajos salarios y discriminación”, estableció el catedrático hispano durante su exposición ante la Sociedad Histórica de la Universidad de Wisconsin.
Recordó que con el programa de trabajadores temporales, llegaron a Wisconsin cerca de 4,800 trabajadores mexicanos que salvaron a la industria ante la falta de mano de obra producto de la Segunda Guerra Mundial.
En su libro, González denuncia que a pesar de su labor, Estados Unidos trató a los inmigrantes como “herramientas económicas” y no como personas, sin embargo, ellos se organizaron en sindicatos y pelearon por sus derechos, ya que la ley los ignoraba.
En la actualidad la fuerza inmigrante sigue siendo el pilar de la industria láctea en el estado, pues 8 de cada 10 trabajadores son extranjeros documentados e indocumentados. Para el autor, la acometida del gobierno federal en contra de los inmigrantes pone en serio peligro la economía estatal.
Wisconsin genera más de 43,000 millones de dólares anuales por la actividad en las granjas. De acuerdo con el Departamento de Agricultura, si fuera un país, el estado sería el cuarto productor de queso a nivel mundial.
Las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas, y las legislaciones que buscan castigar a las ciudades santuario, han encendido las alarmas entre los productores nacionales, agobiados por la falta de mano de obra y el encarecimiento de su producción.
“Eso de que los inmigrantes vienen a robar trabajos a los norteamericanos simplemente no es verdad… Los productores de leche hemos tratado desesperadamente de contratar trabajadores estadounidenses sin éxito, y eso que se paga más del salario mínimo”, dijo en abril Randy Mooney, miembro de la junta directiva de la Federación Nacional de Productores de Leche.
Los efectos negativos de la postura antiinmigrante de Donald Trump en la industria lechera, no se circunscriben a los estados productores. La Conferencia de la Federación de Consumidores de la Política Nacional Alimentaria, advirtió que de continuar el acoso a los trabajadores, el consumidor final también cargaría con el costo, con una posible escalada de precios que llevaría el precio del galón de leche de 3.31 dólares hasta 8 dólares.
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