El amor de un padre hacia sus hijos no conoce de leyes migratorias, ni de viles promesas de campaña. Por eso Javier Flores está dispuesto a todo con tal de no separarse de ellos, incluso a buscar ayuda un tanto celestial.
Por: Omar Porcayo
Flores, un inmigrante mexicano que reside en los Estados Unidos de manera indocumentada desde hace dos décadas, estaba a punto de sufrir por enésima vez la deportación y consecuente fractura de su familia, así que decidió resguardarse en la iglesia Arch Street United Methodist de Filadelfia, Pensilvania.
El padre de tres hijos de nacionalidad estadounidense busca hacer de la iglesia un santuario que lo proteja de los agentes de inmigración, que han convertido los últimos años de su vida en una pesadilla. Flores ha pasado hasta 15 meses en un supuesto centro de detención migratorio que no es otra cosa que una cárcel.
Por una ley no escrita, “La Migra” no entra a iglesias ni a hospitales para hacer detenciones. Esa es la esperanza a la que se aferra Flores, cuyo caso ya le dio la vuelta al mundo.
“La iglesia me abrió las puertas”, dijo en entrevista con The Huffington Post.
Su situación es desesperada, pues todas sus entradas ilegales al país han sido solo para estar con sus hijos, que están vulnerables y sometidos a un intenso estrés.
“Lo arrestaron frente a su hija de 14 años”, reveló Olivia Vazquez, activista de la organización Juntos, que se ha unido a la causa de este padre de familia.
“Tomé el bautismo que dice que debemos resistir el mal, la injusticia y la opresión en cualquiera de sus formas. Así que lo voy a honrar, deportar a un padre de familia es injusto y vamos a resistir”, – Reverendo, R. Hynick
“Ha afectado a sus hijos a un nivel emocional grave. Cuando se ducha, su hijo mediano se queda detrás de la puerta por miedo a no volver a verlo”, agregó.
Especialistas han expresado su preocupación por el nivel de afectación a los niños de padres indocumentados en los últimos años en los que se han intensificado las redadas y deportaciones, así como el acoso.
“La presente política inmigratoria solo sirve para separar a las familias y crea trauma y sufrimiento. Ahora tenemos la oportunidad de mantener unida a una familia”, dijo a los medios el reverendo, Robin Hynick, encargado de la parroquia.
“Puede estar cuanto tiempo quiera aquí”, estableció en declaraciones que reproduce EFE.
Este caso cobra más relevancia por el momento tan álgido actual. El presidente electo, Donald Trump, amenazó durante su campaña con deportar a millones de inmigrantes indocumentados y de castigar a las ciudades santuario que los acojan.
Filadelfia es uno de los lugares junto a otras grandes ciudades como San Francisco, Chicago y Nueva York, que no están dispuestas a colaborar con la persecución de Trump.
Estudiantes de casi 100 universidades marcharon este miércoles para pedir que los centros de estudio se conviertan también en santuarios que protejan a los miembros de la comunidad con situación migratoria irregular.
Las autoridades mexicanas también se han lanzado en una cruzada en ayuda de sus ciudadanos en la Unión Americana, y han establecido un plan de 11 medidas para hacer frente a la amenaza.
“Son lo mismo (Obama y Trump en cuanto a las deportaciones). Entre quien entre, siempre es lo mismo. Obama fue el que más ha deportado”, dijo Flores en entrevista con Radio Fórmula.
En un periodo de ocho años Obama deportó a casi 2.8 millones de personas. Trump declaró que va por 3 millones, aunque no explicó cómo lograría ese número récord y en qué lapso de tiempo.
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