Van a demandar al agente prejuicioso que acosó a dos ciudadanas.
El idioma español está bajo ataque en los Estados Unidos y no solo por desquiciados en las calles, las mismas autoridades de migración le han entrado al acoso en contra de los hispanoparlantes, aunque sean ciudadanos.
Sí, en una de las escenas más representativas del sesgo racial con el que está actuando “La Migra”, un oficial de la Patrulla Fronteriza detuvo a dos mujeres estadounidenses en Havre, Montana, por el simple hecho de hablar español, eso las convirtió en sospechosas de estar en el país ilegalmente.
“Señora, la razón por la que le pedí su identificación es porque vine y vi que ustedes estaban hablando español, algo que no se escucha por aquí”, admitió abiertamente el agente identificado como O’Neal.
Ana Suda, nacida en El Paso, Texas, pero criada Ciudad Juárez, México, contó a ABC-7 que no cabía en su sorpresa al conocer la razón por la que el agente la estaba registrando.
“Me sorprendió. Estaba como, ‘¿Solo porque hablo español?’ Estaba esperando algo más”, dijo.
Suda grabó el incidente y lo compartió en redes sociales donde ha causado tanta sorpresa como enojo. La mujer aseguró que demandará para sentar un precedente sobre el acoso a los hispanoparlantes.
“Tengo una hija, ella tiene 7 años y habla español e inglés perfectamente sin acento. Quiero que mi hija pueda hablar español si quiere sin sentirse mal”, dijo.
El agente detuvo 45 minutos a las mujeres en el local, a pesar de que eran cerca de la 1 de la mañana.
La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos dijo este lunes que está investigando el incidente que se registró el pasado miércoles, al igual que la Patrulla Fronteriza, que en un comunicado expresó que solo revisará que se hayan seguido los protocolos establecidos.
“Los agentes de la Patrulla Fronteriza están comprometidos con tratar a todos con profesionalismo, dignidad y respeto, haciendo valer las leyes en los Estados Unidos… Ellos tienen la autoridad de interrogar a las personas, hacer arrestos y tomar y considerar evidencia”.
Si bien los ciudadanos están en su derecho de no contestar a las preguntas de un agente de “La Migra”, los uniformados deben tener razones justificadas para detener a alguien. En estos tiempos hablar español es suficiente para ser sospechoso.
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