Un bar de mala muerte tuvo la peor idea para el Cinco de Mayo.
Parece que los festejos del Cinco de Mayo se convirtieron en una absurda competencia para sacar a relucir los peores prejuicios contra la comunidad hispana en la Unión Americana. Desde fiestas universitarias antimexicanas, hasta celebraciones desabridas en la Casa Blanca, sin embargo el ganador a la idea más racista y estúpida este año fue el dueño de un bar en California.
Paul Hennessey, propietario de una taberna en Dana Point, California, tuvo la “brillante” idea de colocar un muro inflable como el que quiere construir Donald Trump en la frontera, con “Green Cards” en la cima. El que las alcanzara podía canjearlas por tragos en su establecimiento.
Como era de esperarse, esta dinámica desató el enojo y la condena dentro y fuera de la comunidad latina. En Yelp se invitó a boicotear el lugar como respuesta a la trivialización de un tema tan sensible.
“El racismo no vende. Trepar el muro con sombrero para obtener una green card como publicidad es falta de sentido común… Encantado buscaré otro lugar de ahora en adelante y le diré a mis amigos que hagan lo mismo”, expresó la internauta Ella S.
“Nunca pondré un pie ahí, llamen al boicot de ese lugar”, secundó Wendy W.
Con familias en peligro de ser separadas y propietarios estadounidenses llenos de incertidumbre porque sus predios serán atravesados por la infame pared, no hay lugar para publicidad barata.
“El muro no es una jodida broma”, escribió en Facebook la usuaria Ashley Davis.
Asustado por el enojo que causó y temeroso por potencial boicot, Hennessey intentó justificarse en un comunicado a través de Internet, pero solo empeoró las cosas.
“Quiero agradecer a todos por sus comentarios sobre el muro inflable. Nuestra intención era crear un diálogo para mostrar lo ridículo que es gastar millones de dólares en construir una pared”, aseguró.
“Esto tocó fibras y quizás algunos de ustedes no entendieron nuestras intenciones”, agregó, responsabilizando de alguna manera a los ofendidos. Es más, se dio el lujo de aconsejar a los que lo criticaron de usar su tiempo en algo mejor: “Los invito a que inviertan el mismo tiempo que usaron para criticar el muro, en escribir a su congresista o presidente sobre sus preocupaciones”.
Sus razones no convencieron a nadie:
“Oh no, te entendimos completamente”, respondió un usuario en Facebook. “¿Quieres que creamos que un bar de mala muerte busca detonar una conversación sobre las falencias de nuestra administración? Ja, ja. No. Esto es un intento evidente de cubrir un evento horrible, insensible y racista. Solo admite que hiciste mal”.
Laycee Barragato Gibson, una de las primeras personas que reportó el incidente recordó que el condado donde está ubicado el bar tiene un historial de discriminación hacia la comunidad hispana, que ella misma experimentó en la secundaria.
De acuerdo con el censo, en Dana Point el 77.1 % de la población es blanca, por solo un 17.6 % latina.
Facebook
Twitter
Instagram