El odio de Trump contra los inmigrantes perdió por goleada este partido.
En pleno Staten Island donde Donald Trump es considerado un “héroe” local y ganó de manera contundente las elecciones presidenciales de 2016, se llevó a cabo un partido de fútbol muy especial y simbólico: De un lado de la cancha estaba un equipo conformado por inmigrantes indocumentados y del otro el representativo de la policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés).
Sí, en medio de una embestida sin precedentes de la administración Trump en contra de los inmigrantes, NYPD utilizó el deporte como una forma de acercarse a la comunidad y estrechar lazos.
“No hacemos preguntas. No se trata de averiguar si son ciudadanos o si recién cruzaron ilegalmente la frontera- eso no es lo que importa aquí”, dijo a Spectrum News, Thomas Delacy, detective para el departamento.
“Nos reunimos para jugar fútbol… no para realizar interrogatorios”, agregó el uniformado.
Hay que recordar que Nueva York se ha alzado como una de las localidades santuario donde más se ha apoyado a los inmigrantes, aunque esto ha significado un enfrentamiento político con la Casa Blanca.
El Fiscal General, Jeff Sessions, ha insistido en que las autoridades locales deben ayudar al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en sus labores para atrapar indocumentados, pero activistas y funcionarios han expresado que esto solo crearía inseguridad en las comunidades por la desconfianza de la población con su policía.
“Es bueno lo que están haciendo porque impulsan a la comunidad a salir y divertirse”, dijo Edwin Guzmán, uno de los jugadores del equipo inmigrante.
Para el abogado de inmigración César Vargas – el primer indocumentado en obtener licencia para ejercer derecho – se trata de una gran iniciativa de los oficiales. “Cuando invitamos a las personas a una reunión en la alcaldía se muestran reacios porque tienen otros deberes cotidianos. Pero el fútbol es diferente porque ofrece un ambiente más ameno y de convivencia entre familiares y amigos”.
Así, el resultado del partido fue lo menos relevante, pero quien sí salió goleado fue la administración Trump y su enojo contra los inmigrantes.
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