Gracias a uno de los restaurantes más prestigiosos de México, los refrescos artesanales y hechos en casa serán las estrellas del menú.
La Coca-Cola es el refresco más vendido en todo el mundo, y su sabor es casi tan conocido como el del agua, pero a diferencia de esta, tiene muchos efectos negativos en la salud. Sin embargo, los artesanos mexicanos han demostrado que pueden obtener un sabor muy similar al de la famosa bebida, pero sin tantos químicos ni azúcar agregada. Y así, le están declarando la guerra al gigante internacional.
Por lo pronto, ya abrieron un flanco de batalla en el restaurante Los Danzantes, en Oaxaca, México.
Mediante un comunicado el establecimiento anunció que “por el bien de [sus] huéspedes, amigos y colaboradores” rompían de una vez y para siempre su relación con The Coca Cola Company, y dejaban de vender sus refrescos, sustituyéndolos con bebidas artesanales.
“Con la firme convicción de seguir fomentando nuestra filosofía de vida hacia el consumo de productos locales decidimos sustituir este producto por Zegacola”, explicaron en su página de Facebook.
En el comunicado también detallaron que la Zegacola es un refresco elaborado en Santa Ana Zegache, Ocotlán de Morelos, Oaxaca y está elaborada artesanalmente con ingredientes naturales como aceite de naranja, aceite de lima, aceite de nuez moscada, aceite de cilantro y cafeína.
Jaime Muñoz, dueño del local, dijo al HuffPost que su decisión es apenas una pequeña muestra del cambio y que para ellos significa “una revolución al monopolio”.
Además de la Coca Cola también sustituirán los refrescos saborizados, y en su lugar únicamente ofrecerán Búho Sodas, otras bebidas artesanales elaboradas en Guadalajara, también con ingredientes naturales.
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Y el agua que venderán será Agua Inda Pura, embotellada en la sierra norte de Oaxaca donde, según la descripción de su página web es “un paraíso puro, custodiado por la maravillosa Sierra Norte de Oaxaca; donde el cielo deja en las montañas gotas de rocío como valiosos regalos”.
Y aunque apenas es un pequeño paso, probablemente este cambio inspire a más comercios a hacer lo mismo o por lo menos hacerles un lugar a los refrescos artesanales en su menú.
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