Trump prometió volver a hacer a Estados Unidos grande, pero lo único que está consiguiendo es hacerlo indeseable.
Por: Omar Porcayo
Con tan solo un mes en el poder Donald Trump ha afectado severamente a la lucrativa industria turística estadounidense. Sus acciones y retórica han desplomado el interés de los turistas internacionales que miran a un país inestable y hostil.
De acuerdo con analistas y estadísticas de varias agencias de viaje, la demanda de boletos de avión y reservaciones a Estados Unidos va en picada desde el anuncio de la prohibición de entrada a ciudadanos de países de mayoría musulmana. En enero y parte de febrero cayó hasta un 17 % respecto al mismo periodo del 2016.
Las búsquedas de información en Internet para viajar a los Estados Unidos descendieron un 38 % y según Forbes, los europeos desistieron de visitar la “tierra de la libertad” en 12 %.
Ha sido tan abrumador el efecto Trump que recuerda la crisis de la industria que se desató luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. El Boston Globe comparó indicadores y pronosticó que el rumbo podría ser el mismo.
Global Business Travel Association (GBTA) cuantificó en 185 millones de dólares las pérdidas en la industria desde que “el presidente que iba a crear millones de empleos”, llegó a la Casa Blanca.
“La política y el eslogan de “America First” (Estados Unidos primero) ha sembrado antipatía hacia el país y afecta el comportamiento del turista”, dijo a The New York Times Adam Sacks, presidente de Tourism Economics e investigador de Oxford Economics.
Estos institutos condujeron un estudio que prevé pérdidas en el condado de Los Ángeles los próximos tres años de 800,000 visitantes internacionales, que habrían dejado una derrama económica de 736 millones de dólares.
“No importa que la prohibición a los musulmanes se haya levantado, el daño está hecho. La gente en el mundo ve inestabilidad en el país”, dijo al diario neoyorquino Rummy Pandit, director ejecutivo del Instituto Lloyd D. Levenson.
Irónicamente, Canadá y México podrían ser los beneficiarios directos de la caída de Estados Unidos en el rubro turístico.
“Los turistas buscan a donde ir y gastar su dinero. Lo primero que haces cuando tu competencia la ‘riega feo’ es moverte rápido. México ganará igual. Hay otros destinos detrás de Estados Unidos y tienen una oportunidad”, dijo a News 1130 Lindsay Meredith, profesora de mercadotecnia de la Escuela de Negocios SFU’s Beedie de Vancouver.
A pesar de las amenazas y ataques de odio de Trump, México rompió su récord histórico de turismo en 2016 con más de 35 millones de visitantes extranjeros. La mayoría estadounidenses.
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