Cuatro décadas de trabajo han formado un emporio de mole.
El mole ha sido la bandera culinaria del estado mexicano de Puebla por siglos, así que no es casualidad que una familia poblana haya conquistado la costa este de la Unión Americana con ese milenario platillo.
Damiana Bravo comenzó en 1970 un negocio que hoy produce 1,600 libras (725 kilos) de mole que se distribuye por todo el territorio de Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey, Connecticut y Carolina del Norte.
“Nos aseguramos que siempre sea la misma receta familiar”, dijo a AP Cándida Fuentes, de 60 años e hija de Damiana.
La nacida en Piaxtla, Puebla, arrancó hace cuatro décadas el negocio de elaborar mole para completar su ingreso familiar y sobrevivir en Nueva York. Ahora a sus 80 años sigue trabajando porque “hay mucho que hacer”.
El pequeño negocio de Damiana se convirtió en “Mole Poblano Asunción Corp”, una empresa ahora de nivel industrial pero que no pierde su esencia casera.
“La gente a veces ha notado si sabía diferente y nos dicen ‘¿qué pasó? Le faltaba tal ingrediente’”, explicó Cándida sobre la precisión y sabor con la que se elabora el mole.
Y es que aunque oficialmente existen 7 sabores de mole preponderantes, las variaciones pueden ser infinitas pues en cada pueblo se prepara de forma única.
Con más de un millón de poblanos en Nueva York, es lógico que el platillo insignia conquiste a toda la región.
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