Mientras otros alcaldes se fajan los pantalones frente a Trump, el cubano le dio rápidamente la espalda a los inmigrantes en Miami, por miedo.
Por: Omar Porcayo
Rajón, chivatón, esquirol… en nuestro barrio les decimos de muchas maneras a personas como el alcalde de Miami Dade, Carlos Giménez, quien por temor a perder fondos federales, tiene el deshonroso récord de ser el primer funcionario que se alinea con Trump para acabar con las ciudades santuario, que protegen a millones de inmigrantes indocumentados que trabajan y luchan por una vida mejor para sus familias.
Mientras los alcaldes de otras grandes ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Boston y Chicago se han fajado los pantalones ante la amenaza del presidente, Giménez emitió en menos de 24 horas la orden para que los oficiales cumplan solicitudes de “La Migra” de detención temporal de inmigrantes.
“Debido a las disposiciones de la Orden Ejecutiva, le ordeno a usted y a su personal que cumplan con todas las solicitudes de detención de inmigrantes recibidas del Departamento de Seguridad Nacional (ICE)”, escribió el alcalde al director interino del Departamento de Prisiones y Rehabilitación, Daniel Junior, según lo ventiló el Miami Herald.
El miércoles pasado en un acto en el Departamento de Seguridad Interna, Trump firmó las órdenes para la construcción del muro en la frontera con México, y el castigo a las ciudades que den cobijo a inmigrantes indocumentados.
Como quien felicita a un perrito faldero que acaba de hacer una gracia, Trump envió un mensaje de Twitter ponderando la acción de Giménez.
“El alcalde de Miami-Dade levanta una política santuario. Decisión correcta. Fuerte”.
Miami-Dade Mayor drops sanctuary policy. Right decision. Strong! https://t.co/MtPvaDC4jM
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 26, 2017
El alcalde republicano que votó por Hillary Clinton tal vez haya quedado bien con el presidente más impopular en décadas, pero quedó muy mal con un amplio sector de la población que reprobó su “traición” a los inmigrantes.
“Es lamentable que el alcalde Giménez se esté uniendo a estas olas de ataques racistas que causan pánico entre la gente”, dijo a Univision la activista María Bilbao.
Para este viernes organizaciones proinmigrantes convocaron a manifestarse frente a las oficinas del funcionario de ascendencia cubana.
“El temor a perder fondos federales es una excusa del alcalde Giménez para hacerle un favor al nuevo presidente vendiendo a la comunidad inmigrante”, dijo también a la cadena hispana el activista Jonathan Fried.
“Es lamentable que se rinda sin pelear”, concluyó.
Miami-Dade nunca se declaró ciudad santuario, sin embargo se encontraba listada en el informe del Departamento de Estado entre las localidades que “limitan o restringen la cooperación” con “La Migra”. Por razones de presupuesto, no colaboraba con las detenciones temporales de inmigrantes en sus cárceles.
Eso sí, Giménez está muy preocupado por los dólares que va a gastar arrestando inmigrantes.
“Si ICE nos pide que alguien sea arrestado, sentimos que ICE debe de pagar la cuenta por mantener al interno”, dijo Giménez a Politico.
“No hay cambio en nuestra política… El único cambio es que no estamos enviando la solicitud de reembolso para que el gobierno federal pague lo que es justo a los contribuyentes”, agregó.
Miami-Dade es un condado de inmigrantes. Según el último censo, el 66 % de la población es hispana y el 72 % habla otro idioma distinto al inglés en casa. Definitivamente la acción de Giménez va en contra del interés y los principios de una gran parte de sus gobernados.
Afortunadamente, es una de las 340 ciudades santuario en el país. Las más conglomeradas han levantado la mirada para decirle a Trump que no se rendirán sin pelear ante su guerra discriminatoria.
“Vamos a continuar siendo una ciudad santuario. No hay extraños entre nosotros. Le damos la bienvenida a la gente”, dijo con valentía Rahm Emanuel, alcalde de Chicago.
Descripción gráfica de Giménez frente a Trump:
Si quieres extenderle al alcalde tu opinión cóntactalo aqui: mayor@miamidade.gov ó 305-375-5071.
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