Las cosas no andan bien al interior de la campaña de Trump, así que irónicamente ya le dieron una "patada en el trasero" a quien acostumbraba darlas.
Corey Lewandowski era una de las personas más nefastas dentro del equipo de Donald Trump (imagínense qué tan malo hay que ser para destacar dentro de un grupo así), fue aquel que jaloneó a una reportera cobardemente y hasta este lunes, manager de campaña.
Daily Beast reportó que tras una junta con el millonario neoyorquino, la vocera, Hope Hicks, y el director de campaña, Paul Manafort, Lewandowski fue escoltado por la seguridad a la puerta de la Trump Tower.
La hija de Trump, Ivanka, fue quien lo convenció de echarlo.
“Era una imbécil, gracias a Dios que se fue”, dijo una fuente al interior de la campaña a la publicación digital.
El virtual candidato republicano a la presidencia la ha pasado mal los últimos días. Ha caído en varias encuestas y dentro del partido sigue la “guerrilla” para evitar su nominación.
La verdad celebramos el despido de Lewandowski, pero nos preguntamos, ¿y por qué mejor no se van los dos?
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