Trump es un sinvergüenza: Acusa a los inmigrantes indocumentados de criminales y de no pagar impuestos, cuando ellos pagan más, mucho más de lo que él nunca contribuirá.
Por: Omar Porcayo
“Donald Trump no quiere mostrar sus declaraciones de impuestos, quizá porque no ha pagado en muchos años“, dijo Hillary Clinton durante el primer debate presidencial que se celebró la noche del pasado lunes 26 de septiembre.
“Eso me hace inteligente”, respondió el siempre ocurrente Trump.
Pero no, eso no lo hace inteligente.
Además de un ser truculento empresario, el candidato republicano es un sinvergüenza, pues ha construido su plataforma política atacando a los inmigrantes indocumentados, que de acuerdo a datos comprobables, contribuyen con mucho, pero muchísimo más dinero a la nación en impuestos, que lo que nunca hará él.
Un estudio del Institute on Taxation & Economic Policy reveló que los inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos aportan alrededor de 12 billones de dólares al año a través de impuestos que pagan por ingresos, propiedades, ventas y consumo.
Cada uno de los estados recauda una tajada de ese pastel. Montana por ejemplo suma a sus arcas $2.2 millones anuales, mientras que California, la nada despreciable suma de $3.2 billones.
De acuerdo a Pew Research Center, hay 8 millones de trabajadores con su situación migratoria irregular. Representan el 5% de la fuerza laboral del país, y obviamente, pagan impuestos.
Irónicamente, los inmigrantes indocumentados pagan más impuestos que los trabajadores que tienen sus papeles en regla y reciben más beneficios. El estudio del Institute on Taxation & Economic Policy encontró que se les cobra una tasa efectiva a nivel nacional del 8%, mientras que los contribuyentes regulares que más pagan, apenas alcanzan el 5.4%.
El ingreso promedio de una familia indocumentada es de $30,000, porque en “las sombras”, los empleadores les pagan menos. Si accedieran a los salarios promedio entrarían en la media de ganancias de $54,000, y pagarían aún más impuestos.
Una investigación de Heritage Foundation sugiere que aún con la contribución de los inmigrantes trabajadores, hay un déficit entre lo que aportan, y los beneficios que reciben de asistencia social. Sin embargo, es casi imposible precisar este dato y determinar a ciencia cierta, si los inmigrantes cuestan al país más de lo que aportan.
Lo cierto es que la política simplista de Trump de expulsar a 11 millones de indocumentados del país, es una patraña. No solo por el impacto humanitario, sino por el hueco que dejaría en la economía.
Además, Trump es el último con la autoridad moral para juzgar en este caso, pues si existe un parásito que no paga impuestos, es él.
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