¿Acaso las acusaciones por abuso sexual desaparecen cuando eres presidente de los Estados Unidos? Donald Trump comprobará en carne propia que no.
Por: Omar Porcayo
El presidente número 45 de la Unión Americana prestará juramento este viernes acusado por abuso sexual y demandado por difamación. Summer Zervos, una mujer del condado de Orange que trabajó con Trump, sostuvo las declaraciones que dio en octubre pasado sobre el ataque del que asegura fue víctima y ya tomó medidas judiciales.
Este martes la exconcursante del reality show “The Apprentice” compareció en California ante los medios de comunicación junto a su abogada Gloria Allred, para reiterar que en 2007 Trump intentó besarla y tocarla por la fuerza durante una reunión de trabajo en Beverly Hills.
Al igual que ha actuado frente a otras acusaciones de abuso sexual, Trump negó los hechos y los tildó de mentiras.
“Para que quede claro, yo nunca la conocí en un hotel o la saludé de manera inapropiada hace una década”, declaró Trump en un comunicado tras los señalamientos.
El entonces candidato amenazó con demandar al menos a ocho mujeres que en ese momento tuvieron el valor de denunciar públicamente haber sido atacadas.
Toqueteos, besos a la fuerza, así como forcejeos en su casa, oficinas y aviones, fueron mencionados en los testimonios de las mujeres que tenían un denominador común: el abuso del poder.
Allred estableció que su clienta no busca una compensación económica y está dispuesta a retirar la demanda por difamación inmediatamente después de que Trump se retracte de las declaraciones en las que niega los hechos.
“Todo el mundo tiene que asumir la responsabilidad de sus acciones, sea el presidente de Estados Unidos o cualquier otro”.
La abogada destacó el valor de Zervos para enfrentar “al hombre más poderoso del planeta”, ya que es una de las muchas mujeres que han denunciado haber sido agredidas.
Durante la campaña presidencial salió a la luz una reveladora conversación entre Trump y Billy Bush del programa “Access Hollywood”. En ella queda constancia de la violencia con la que el presidente electo se refiere a las mujeres y normaliza el acoso sexual al grado de admitir que puede tocar a las mujeres en sus genitales por ser poderoso.
El comportamiento misógino de Trump ha quedado documentado no solo por sus detractores, sino por sus propias acciones. En pleno debate presidencial llamó “mujer desagradable” a su contrincante Hillary Clinton, ha denigrado por su aspecto a mujeres como Alicia Machado a la que llamó “Miss Piggy” y “sirvienta”.
“Todo el mundo tiene que asumir la responsabilidad de sus acciones, sea el presidente de Estados Unidos o cualquier otro”, concluyó Allred.
Por esos y más ultrajes, se alistan marchas por las mujeres en varias ciudades del país el próximo 21 de enero, un día después de su toma de posesión. La más relevante tendrá lugar en Washington, donde se darán cita congresistas, artistas y gente común.
“Es un mensaje a nuestro nuevo gobierno en su primer día de mandato para que recuerden que los derechos de las mujeres son derechos humanos… Estamos juntas, reconociendo que defender a los más marginados entre nosotras es defendernos a todas”, establecieron en un comunicado los organizadores de la marcha que ya tiene 200,000 asistentes confirmados.
De acuerdo con una encuesta de The Washington Post ,Trump tomará el poder como el mandatario más impopular en la historia reciente con una aprobación del 40 %, las razones son más que claras.
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