La Catrina

#QueridaFlaca: 5 misterios que hacen tan especial a La Catrina mexicana

Detrás de los huesitos de la calavera más famosa del orbe existe mucha historia y riqueza cultural. Un regalito más de México para el mundo.

En cuanto empieza a acercarse el mes de noviembre, México se convierte en un desfile de esqueletos. Decenas de Catrinas y Catrines suben y bajan por sus calles, se aparecen en los escaparates y se extienden hasta las redes sociales. Pero más allá de las caras cubiertas de blanco con los huesos remarcados, los peinados de trenzas, las flores en la cabeza, los sombreros y los trajes elegantes hay algunos misterios que muy pocos conocen.

1. La Catrina Garbancera

El verdadero nombre de “La Catrina” es “La Calavera Garbancera”; así fue como la nombró su creador, José Guadalupe Posada. Sin embargo, tiempo después el muralista Diego Rivera la inmortalizó en su pintura de “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” y le cambió su nombre a “La Catrina”.

2. Los garbanzos tras los huesos

La idea de ponerle el nombre de garbancera, y todo el concepto de su imagen tenían un significado especial, pues en ese entonces los “garbanceros” eran los indígenas que cambiaron el maíz por el garbanzo con la llegada de los europeos, renegando de sus raíces. Y su personaje era una sátira de la nueva sociedad mexicana que pretendía ser europea.

3. Las ropas catrinas

La ropa elegante, el sombrero y la estola de plumas se las puso Diego Rivera, y a partir de ahí surgió también otra crítica a la clase alta porfirista y su moda francesa. Esta idea se volvió tan común que hasta el momento, en algunas regiones, se utiliza el término catrín o catrina para nombrar a las personas que usan ropa fina o elegante.

4. El significado de su nombre

Existen dos versiones distintas sobre el origen de su nombre, una de ellas es que viene de Catalina y que significa “pura y casta. Y el otro que parece ser más popular es que viene del francés Catherine, y que Rivera lo adaptó para que sonara más mexicano.

5. ¿Y por qué tan flaca?

José Guadalupe Posada tenía una gran afición por las calaveras, se cree que pudo surgir desde su infancia, pues vivía frente a un panteón en Aguascalientes. Además, fue testigo de una epidemia de cólera que causó muchas muertes y vio en varias ocasiones a los ahorcados que colgaban los bandidos. Así que con todo eso, los cadáveres se hicieron parte de su imaginario.

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