Maradona relató la ocasión en que Pablo Escobar le pagó para ir a jugar en la cárcel donde el capo estuvo preso
Pablo Escobar fue uno de los narcotraficantes más reconocidos y peligrosos a nivel mundial por haber fundado el Cartel de Medellín, aquel que fuera uno de los principales actores del conflicto armado colombiano en las décadas de 1980 y 1990.
Luego de múltiples delitos como asesinatos, crímenes contra la salud y sobornos, Escobar se entregó voluntariamente a las autoridades colombianas con la condición de no ser extraditado a los EU. Posteriormente fue ingresado al centro penitenciario colombiano denominado “La Catedral”, un recinto construido en terrenos del narcotraficante colombiano.
Durante su estancia en La Catedral, Escobar contactó al representante de Maradona, Guillermo Coppola. El jugador argentino estaba cumpliendo una suspensión impuesta por la liga italiana luego de haber dado positivo a un control antidoping en marzo de 1991 mientras militaba en el Napoli.
Coppola le comentó a Diego Armando que jugaría un partido de exhibición privado en Colombia junto a figuras como el entonces arquero de la selección colombiana, René Higuita. Los equipos se conformaron Maradona jugando con los celadores que cuidaban al narcotraficante colombiano y en el otro equipo estaba Higuita como portero y Escobar como delantero.
Al término del encuentro, se realizó una fiesta digna de jeques árabes, con música de artistas nacionales reconocidos, reinas de belleza y algunas figuras de la televisión colombiana, evidentemente el alcohol y las drogas eran el plato fuerte de la fiesta.
“En esa cárcel extravagante estuve rodeado de las minas más lindas que vi en mi vida” declaró Maradona en una entrevista en la radio en 2014.
A la mañana siguiente, Diego se despidió de Escobar y este le sonrió, dándole como regalo un fajo de billetes en agradecimiento a su asistencia a aquel encuentro de fútbol.
En una reflexión que Diego hizo referente a la vida que el capo colombiano tuvo, dijo: “el Chavón pagaba a los campesinos para que le dieran la pasta de coca, pagaba a otros campesinos para que en sus laboratorios hicieran cocaína, y pagaba a los pilotos para que la llevaran a Estados Unidos. En fin, el tipo fabricaba un producto clandestinamente y lo vendía a gente que lo quería, él no los obligaba a nada, además que no le robaba a nadie, en cambio los políticos son elegidos y roban la plata del pueblo, que viene hasta de los impuestos que se le cobra a una mamá cuando compra leche para sus hijos. Entonces, ¿Cuál está éticamente peor?”.
Hoy, Diego Armando Maradona falleció a los 60 años y esta es una de tantas anécdotas que marcaron su vida.
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