Albertsons en San Diego reprendía a sus empleados hispanos por hablar en español hasta durante su descanso.
La cadena de supermercados Albertsons enfrenta una demanda por prohibir a sus empleados hablar en español, incluso en sus horas de descanso.
La semana pasada la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo de Estados Unidos (EEOC, por sus siglas en inglés) presentó una querella contra la empresa debido a que en el establecimiento de Boulevard Lake Murray en San Diego los gerentes reprendían en público a los trabajadores hispanos si hablaban en su idioma original con los clientes o entre ellos.
“Los empleadores deben conocer las consecuencias de ciertas políticas de lenguaje… Apuntar a un idioma en particular para la censura es a menudo sinónimo de apuntar a un origen nacional particular, que es tanto ilegal como altamente destructivo para la moral y la productividad en el lugar de trabajo”, estableció la abogada de la oficina del distrito de la comisión, Anna Park, en un comunicado.
Se trata de un nuevo caso de discriminación y acoso hacia la comunidad hispana. El año pasado fue la cadena de ropa Forever 21 la que recibió una demanda por el mismo abuso en contra de sus trabajadores.
La censura del español se ha incrementado desde la llegada al poder de Donald Trump. De hecho fue la propia Casa Blanca la que redujo al mínimo la comunicación en este idioma, en comparación con la administración Obama. En su cuenta de Twitter se nota un maltrato y desprecio con una calidad deficiente.
“Sí me duele un poco (la censura de Albertsons) y más porque en esta ciudad hay más hispanos que nada”, dijo a Telemundo Cristian Torres, residente de San Diego.
Las presuntas actividades ilícitas de Albertsons son una negación de la realidad, pues California es el estado con más población hispana del país, de la cual un gran porcentaje habla únicamente español.
“Un empleador no puede decir a una persona que no puede hablar un idioma”, estableció la abogada Michelle Stavros, al tiempo que previó que de comprobarse las acusaciones la empresa deberá enfrentar serias consecuencias legales.
La demanda reclama una compensación económica para los afectados por problemas monetarios y emocionales causados.
Albertsons negó las acusaciones del EEOC. “La cadena no requiere que sus empleados hablen inglés solamente”, señalan en una declaración pública.
“Albertsons atiende a una población diversa de clientes y alienta a los empleados con habilidades en idiomas extranjeros a utilizar esas habilidades para atender a sus clientes”, aseguró.
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