El largo e inquieto brazo de Rusia que intervino en las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, ahora apunta un poco más al sur: a México.
De acuerdo con el influyente diario The Washington Post, la inteligencia rusa estaría aplicando la misma receta que con Hillary Clinton, fomentando la desinformación y distribuyendo propaganda en distintas redes sociales para favorecer al candidato opositor, Andrés Manuel López Obrador.
La columnista, Frida Ghitis, señala en su artículo que la cadena “no oficial” rusa, RT, ha enarbolado la bandera del tabasqueño teniendo en casa a John Ackerman, uno de los principales voceros de AMLO.
El reporte del rotativo capitalino coincide con las aseveraciones del asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, H.R. McMaster, quien hace un par de días denunció que “hackers” rusos estaban tratando de interferir en los próximos comicios de México a celebrarse en julio.
Según McMaster, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, está interesado en desestabilizar la democracia en occidente, no solo para ganar poder global, sino también para evitar que a nivel doméstico los rusos exijan elecciones más transparentes.
AMLO es virtual candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, fundado por él mismo. Sería su tercera competencia por la presidencia, en la que mantiene una postura antisistema. Con una corrupción rampante que ha generado un clima de inseguridad y pobreza en grandes zonas de México, el veterano político conocido como “El Peje”, se muestra a sí mismo, como una opción popular para las clases desprotegidas.
Algunos de sus detractores lo han comparado con Nicolás Maduro de Venezuela y el propio Donald Trump en Estados Unidos. Irónicamente, López Obrador propone un modelo económico sustentado en el estado, con un fuerte sentimiento nacionalista, lo que en papel, sería un dolor de cabeza para la Casa Blanca.
López Obrador no solo ha capitalizado el desprestigio de la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto. También es el beneficiario del sentimiento antiestadounidense que ha despertado Trump con sus agresiones a los mexicanos y la propuesta de construir un muro en la frontera.
Como pocas veces, el clima exterior va a tener incidencia en unos comicios que se esperan por demás cerrados. Esta semana, aparecieron bardas pintadas en Venezuela a favor de AMLO, mismas que el candidato de Morena calificó como “propaganda barata”.
Fue el propio López Obrador el que a mediados de 2017, denunció posibles interferencias extranjeras en los comicios mexicanos. “Es algo que solo compete a los mexicanos”, externó.
El Kremlin por su parte, se aprestó a negar las acusaciones de posibles interferencias en México, igual que ha hecho en los casos de Estados Unidos y Europa.
Aunque López Obrador ha reiterado que mantendría una relación amigable con Estados Unidos, está claro que no sería la primera opción que Trump quisiera como su contraparte en el sur, y eso ya sería una victoria para Putin.
Facebook
Twitter
Instagram