Que ninguna empresa ayude a "La Migra"... jamás.
Trump ha presionado tanto con su infame acometida antiinmigrante, que ha logrado movilizar a grupos tradicionalmente ajenos a la política nacional. Es el caso de los trabajadores de las empresas de tecnología asentadas en regiones como Silicon Valley, que se están organizando de forma inesperada.
La semana pasada, en medio del fragor por la indignación nacional que causa la separación de niños inmigrantes de sus padres, empleados de Microsoft se rebelaron exigiendo a los directivos cancelar un contrato de $19.4 millones de dólares que tiene
“Creemos que Microsoft debe adoptar una posición ética y poner a los niños y las familias por encima de los beneficios”, escribieron empleados del gigante informático en una misiva interna que dio a conocer The New York Times.
La plantilla laboral de la empresa fundada por Bill Gates tiene razones de sobra para solidarizarse en contra de la estrategia que calificaron como “inhumana”, pues un importante porcentaje de trabajadores y sus familias son de origen extranjero.
“Como personas que construimos las tecnologías de las que Microsoft se beneficia, nos negamos a ser cómplices. Somos parte de un movimiento en crecimiento, compuesto por muchos dentro de la industria que reconocen la grave responsabilidad que tienen quienes crean una tecnología poderosa y que quieren asegurarse que de que lo que construyen se use para hacer el bien, y no para hacer el mal”, agregaron.
Microsoft se apresuró a contestar esgrimiendo el argumento de que su relación con “La Migra” no está relacionada, ni facilita la política de confinar menores en centros de detención.
“Microsoft está consternado por la separación forzada de niños de sus familias en la frontera. La unificación familiar ha sido un principio fundamental de la política y la ley estadounidense desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, expresó en un comunicado la organización que facilita a ICE el software Azure, que supuestamente sirve para asegurarse que la recopilación de datos de personas se ajuste a la ley.
Esta respuesta lejos de atenuar la “rebelión” de los geeks en contra de Trump y su fuerza antiinmigrante, ha incentivado la organización de corporativa e incluso entre diferentes empresas como Google y Amazon.
“Los intentos de la empresa de negar las relaciones con ICE solo han exacerbado más los ánimos”, dijo a Vox en condición de anonimato un ingeniero senior de Microsoft.
En Linkedin, una filial de Microsoft, también hay descontento por el contrato entre la empresa matriz y “La Migra”. Un empleado dijo también a la publicación digital que hasta el 50 % de la fuerza laboral está en contra.
El objetivo de los acuerdos intercompañías es boicotear los proyectos que pudieran establecer los gigantes informáticos con la administración Trump. Por ejemplo al interior de Amazon hay fuertes presiones para que se deje de vender “Rekognition”, una polémica tecnología de reconocimiento facial.
Microsoft ha sentido los efectos del descontento interno de sus ingenieros y ha anunciado que no tiene intenciones de firmar otro acuerdo más allá del vigente, que expira a finales de año.
Aunque en el discurso, son los directivos como Tim Cook CEO de Apple o Mark Zuckerberg de Facebook, los que se oponen a Trump en el campo de las tecnologías de la información, este movimiento ha comprobado que la verdadera diferencia la pueden marcar los empleados, en cuyas mentes se crean las ideas y los productos.
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