Disfruta ese vaso de leche que te estás tomando, porque dentro de poco podría costarte el triple.
Por: Omar Porcayo
La incertidumbre que ha provocado Donald Trump en el sector agrícola del país ha alcanzado a los productores de leche, que ya advirtieron sobre una posible escalada de precios por la cruzada en contra de los inmigrantes indocumentados.
Jaime Castañeda, vicepresidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (NMPF por sus siglas en inglés), aseguró durante la Conferencia de la Federación de Consumidores de la Política Nacional Alimentaria, que el precio del galón de leche podría dispararse de su precio promedio actual de US$3.31 hasta 8 dólares.
Al igual que en otras actividades productivas, los inmigrantes son un engrane fundamental de la fuerza laboral en las lecherías y su persecución solo ocasiona desabasto y complicaciones a los granjeros.
De acuerdo con una investigación de la Universidad de Texas A&M, cerca del 79 % de la producción total de leche en el país proviene de granjas que emplean a inmigrantes. Aunque la mayoría de los productores aseguró que solicita documentos para emplearlos, el 71 % dijo tener una baja confianza en que los papeles fueran auténticos.
De hecho, las estadísticas de la Federación Nacional de Productores de Leche indican que la mitad de todos los trabajadores en las lecherías son inmigrantes y si son expulsados del país el daño a la economía sería de alrededor de $32,000 millones de dólares.
“Estos datos refuerzan la necesidad urgente de que el Congreso haga algo”, dijo a AG Web Jim Mulhern, presidente de la NMPF.
“Las granjas están necesitan contratar a trabajadores extranjeros para mantener su fuerza laboral actual y deben mantener un programa que asegure su producción en el futuro. El único camino es una reforma migratoria comprensiva”, agregó.
De hecho en Wisconsin, uno de los estados líderes en producción de lácteos, se estima que hasta el 80 % de los trabajadores son inmigrantes. Por lo que las afectaciones en el alza de precios se extenderían al queso, el yogurt y otro derivados.
“Si se va la fuerza laboral mexicana, el negocio quebrará, eso es un hecho“.
“Eso de que los inmigrantes vienen a robar trabajos a los norteamericanos simplemente no es verdad… Los productores de leche hemos tratado desesperadamente de contratar trabajadores estadounidenses sin éxito, y eso que se paga más del salario mínimo”, reveló Randy Mooney granjero de Rogersville, Missouri, y miembro de la junta directiva de NMPF.
Las redadas masivas de “La Migra” han dejado miles de detenidos y han causado que parte de la comunidad inmigrante deje sus centros de trabajo por temor a ser deportado.
En el Valle Central de California los productores de vino ya resintieron la falta de mano de obra, al igual que las fábricas de queso en Wisconsin, que no pueden mantener a sus trabajadores.
“Si se va la fuerza laboral mexicana, el negocio quebrará, eso es un hecho… nadie acepta por 13 dólares la hora un trabajo tan demandante”, dijo a USA Today John Rosenow, granjero de Buffalo.
Los problemas de las lecherías en la era Trump no se terminan con la persecución de su mano de obra. Los productores también están preocupados por el impacto que tendrá en su negocio la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pues México es su principal mercado de exportación.
“Queremos un comercio justo, México se ha aprovechado de nosotros”, ha insistido Trump, que incluso amenaza con cancelar el TLCAN.
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