Mientras EE. UU. le cierra las puertas a los que buscan ayuda, los mexicanos dan lo mejor de sí.
“Gracias, sin México no estaríamos donde estamos… nos dio comida, medicinas y asistencia cuando lo necesitamos”, así agradeció el hondureño Everardo Andrade al país que lo acogió junto a más de 1,500 inmigrantes centroamericanos durante las semanas que duró su recorrido rumbo a Estados Unidos.
Este fin de semana la famosa caravana migrante llegó a las puertas metálicas de la barda fronteriza que separa San Diego de Tijuana, para solicitar asilo y dejar atrás la ola de violencia que azota a sus países de origen.
En medio de mucha polémica y verdades a medias, la caravana integrada en su mayoría por mujeres y niños recibió el afecto de parte del pueblo mexicano que aún ahora sigue solidario.
La organización Pueblo Sin Fronteras ha dado testimonio de que muchas personas están brindando asistencia desinteresada a los inmigrantes que deberán esperar por un tiempo indefinido para que las autoridades migratorias resuelvan si aceptan su solicitud de asilo.
“Gracias a la solidaridad de las personas de Tijuana y San Diego quienes están llegando para apoyar a los solicitantes de asilo y de la caravana a quienes el gobierno de Estados Unidos ha negado ilegalmente el derecho de solicitar asilo”, reportaron en su sitio de Facebook.
A pesar de que el presidente Donald Trump exigió al gobierno mexicano que detuviera la caravana, los inmigrantes tuvieron paso libre por la República Mexicana, aunque de los 1,500 que partieron de la frontera sur, solo llegaron 130. En las paradas en Ciudad de México y Puebla, gran parte del contingente se dispersó.
Trump ha utilizado esta caravana con fines políticos tratando a los inmigrantes como invasores que intentan aprovecharse de las frágiles leyes de los Estados Unidos para asentarse y luego “votar por los demócratas”.
“Este presidente no tiene corazón, es un diablo, es un presidente que viene de inmigrantes y no pone su mano en su corazón y no piensa que tenemos derechos, nosotros tenemos más derecho que él a estar aquí”, dijo exasperada Cristina Ramírez, inmigrante centroamericana que acampará en la barda fronteriza.
Autoridades de inmigración han rechazado aceptar solicitudes de asilo de los miembros de la caravana con diferentes justificaciones. A algunos de los solicitantes les dicen que no hay cupo en la oficina y a otros simplemente les dan un rotundo “no”.
Ante el rechazo de las autoridades alineadas con la narrativa de Trump, ha sido la comunidad la que ha salido a solidarizarse con los inmigrantes.
“Estoy aquí por la gente que ha venido buscando seguridad, ellos no están solos”, dijo a Milenio Orfa Marín, migrante mexicana que acudió al campamento.
Este lunes y a pesar de los hechos, Trump aseguró que la caravana “desafía” las leyes estadounidenses.
The migrant ‘caravan’ that is openly defying our border shows how weak & ineffective U.S. immigration laws are. Yet Democrats like Jon Tester continue to support the open borders agenda – Tester even voted to protect Sanctuary Cities. We need lawmakers who will put America First.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 30, 2018
Así, en medio de repudio y mentiras del gobierno estadounidense, ha sido México el que se ha alzado como la tierra de las oportunidades y la solidaridad con los inmigrantes.
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