En su primera conferencia de prensa, celebrada en la Torre Trump, el magnate y presidente electo alzó la voz y manoteó. Está molesto.
Por: Oso Oseguera
Donald Trump, presidente electo de EE. UU., no ha dejado de ser él mismo. Y en su primera conferencia de prensa abrió la boca, vociferó, regañó, agradeció, amenazó y explicó las cosas a su modo.
Y para dar el tono de la conferencia este fue su último tuit antes de aparecer en público:
Intelligence agencies should never have allowed this fake news to "leak" into the public. One last shot at me.Are we living in Nazi Germany?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 11, 2017
Por ejemplo, sobre el muro que construirá en la frontera con México dijo: “Respeto y amo mucho a México y no los culpo por aprovecharse de Estados Unidos, pero eso no va a volver a pasar”.
Y añadió que no esperará un año y medio para alcanzar un acuerdo con el país vecino para empezar a construirlo. “México va a pagar por el muro, pero será un reembolso”, aclaró.
De las empresas dijo: “Le agradezco a Ford y a Fiat Chrysler y espero que General Motors siga ese camino. Las industrias van a regresar, como la industria farmacéutica, que se ha ido”.
Sobre el informe que lo vincula con los rusos espetó: “Leí la información, son noticias falsas, no ocurrió. La tomaron nuestro oponentes, gente enferma, que juntó esta información. Nunca debió ser publicado. Es una desgracia”.
Y cuando el representante del portal BuzzFeed quiso preguntar algo, Trump le negó la oportunidad. Y de paso acusó a algunos medios que publicaron el informe, en particular a Buzzfeed. Son “una montaña de basura”, dijo, y aseguró que “sufrirán las consecuencias”.
“¿Cuál es su mensaje para Putin?”, le preguntaron. “Putin no debió haberlo hecho (hackear), y no lo hará. Pero no es solo Rusia. Unas 22 millones de cuentas fueron hackeadas por China. Rusia tendrá más respeto por nosotros cuando yo gobierne, dijo.
Y como si hubiese salvado a la nación entera se pavoneó al decir que le habían ofrecido un negocio por 2,000 millones de dólares apenas este fin de semana en Dubai… “Y lo rechacé. Y no tuve por qué hacerlo. Pero no quería aprovecharme. Pude haberlo hecho y gobernar. Pero no me gusta, no lo quiero hacer”, dijo envalentonado y enrojecido.
Ya encarrerado en sus justificaciones, Trump dijo que no hay ninguna ley que le prohíba hacer negocios, pero aclaró que no explotará su puesto como presidente para favorecer a su empresa.
“Don y Eric van a manejar la empresa, no lo van a discutir conmigo. Tendrán todo el control”, dijo en alusión a sus hijos. Su hija Ivanka se mudará a Washington y no tendrá ninguna función en la empresa.
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