Cuidado, si tú también pones esta cara cuando huele a tamales.
De verde, dulce o mole, esta joven de Ciudad Obregón, Sonora, México, no estaba dispuesta a quedarse con el antojo y por eso devoró 20 tamales durante la Nochebuena, aunque pagó el precio.
En una de las historias más curiosas de la apacible Obregón, una chica de 25 años terminó en el hospital por comer dos decenas de los tradicionales tamales en cuestión de minutos.
“Llegó intoxicada por comer tantos tamales… es algo raro”, dijo el comandante de la Cruz Roja local, José Luis Ocegera, a TV Azteca.
Aunque no dio muchos detalles, describió a la paciente como de complexión delgada… eso sí, con mucho apetito.
Los tamales, que son herencia de los pueblos mesoamericanos, siguen siendo parte integral de la dieta de los mexicanos de este y del otro lado de la frontera.
En Nochebuena, los tamales son uno de los platillos predilectos junto al pozole, el bacalo a la Vizcaína y la pierna de cerdo.
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