Rothman se casó con una latina, y aunque luego se divorció, quedó prendado de la cultura latina para el resto de su vida.
Por: Oso Oseguera
En los años 70 Stephen Rothman salió de su natal Nueva York para mudarse a la costa Oeste, a Los Ángeles, California. Los brillos, la comunidad, el sentimiento cálido de la cultura latina lo conquistaron.
En ese entonces pudo ver la obra de teatro chicana “Zoot Suit” y quedó embelesado con la mexicoamericana Alma Martínez, una de las artistas del reparto. Así que persiguió su corazonada, se casó con ella y se introdujo de lleno en la cultura latina.
Ahora acaba de montar en teatro “Latina”, un prometedor proyecto en Los Ángeles, California. Rothman le ha dedicado más de 15 años al teatro y tiene más de una decena de obras representadas.
Luego la vida lo llevó por otros caminos y se separó de Alma. “Latina” cuenta la vida de la dramaturga Milcha Sánchez-Scott, quien la escribió basada en sus propias vivencias cuando fue recepcionista de una agencia de contratación.
La obra “Latina” , ubicada en la década de los 80, narra cómo en el Hollywood de esos años los latinos recibían constantemente respuestas negativas para montar obras con “ese corte”. Y es que la pieza dramática fue calificada de “demasiado exótica” para que fuesen interpretados por actrices de raza blanca.
“Lo interesante para mí es que, en cierto sentido, esta es una obra bilingüe, quizás 65 % en inglés y 35 % en español, donde la autora usó elementos del realismo mágico para permitir que el personaje principal hable con el público o que las acciones se trasladen a su lugar de origen en Ciudad Juárez, y a su antigua escuela en Cerritos”, explicó Rothman a Hoy Los Ángeles.
La obra está escenificada con 13 mujeres latinas y cinco hombres. Y aunque Rothman está consciente de que él es el “gabacho” de la producción, sabe que al haber estado desde hace tantos años involucrado con la cultura hispana se ha ganado el derecho de participar en un proyecto como este.
En algún momento de su trayectoria tuvo la oportunidad de dirigir en escena a Pete Wilson, el controvertido exgobernador de California, padre de la Proposición 187 –aquella que negaba los servicios de salud y educación a los inmigrantes–, pero en esa ocasión el dramaturgo lo hizo para recaudar fondos.
Pero eso sí, asegura que “nunca dirigiría a Donald Trump, ni siquiera desde la acera de enfrente”, y es que a su juicio, “lo que ha dicho sobre los inmigrantes es simplemente repugnante…”.
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