La embestida de "La Migra" se ha puesto peor en California, pero los paisanos no están solos.
La batalla entre las autoridades de varios condados del norte de California y el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha arreciado. Mientras la agencia incrementa su presencia en la zona de la Bahía, los alcaldes de Oakland y San Francisco también han endurecido su discurso, al grado de retar al gobierno federal y su amenaza de arrestarlos.
Mark Farrell, alcalde interino de San Francisco, se sumó a su colega de Oakland, Libby Schaaf, y se dijo dispuesto a ir a la cárcel si es necesario, para defender a las familias inmigrantes agobiadas por “La Migra”.
Farrell expresó a ABC que “prefiere el arresto” antes que contravenir las políticas santuario que desde el 1 de enero aplican en todo el estado. Estos dichos llegan un par de semanas después de que Schaaf contestó con un tajante “sí” cuando le preguntaron si estaba dispuesta a ir presa por no cooperar con ICE. Schaaf además alertó a la comunidad inmigrante del inicio de las redadas masivas, lo que evitó alrededor de 800 arrestos según informó Thomas Homan, director interino de “La Migra”.
I will not back down from fighting against the spiteful immigration policies of the Fed Admin. Our City and State are partnering together to keep our immigrant families & communities together. #SF is a #SanctuaryCity and will defend the rights of all our residents. pic.twitter.com/VDMeWFT8DQ
— Mark Farrell (@MarkFarrellSF) March 3, 2018
Homan calificó el actuar de la alcaldesa de Oakland de 51 años de irresponsable y aseguró que estaban investigándola por “obstrucción de la justicia”.
Estas amenazas tanto veladas como explícitas a funcionarios de localidades “santuario” iniciaron el Washington con el Fiscal General, Jeff Sessions, quien fue el primero el violentar la autonomía local.
Desde que comenzó la ola de redadas en California suman 261 arrestos. Para activistas y defensores de derechos humanos, se trata de una vendetta del gobierno federal en contra del estado por haberse declarado santuario, además de que los operativos han creado un perfil racial.
“Ellos no estaban buscando a ninguno de nosotros, solo nos detuvieron porque somos mexicanos”, dijo a San Francisco Chronicle Miguel Botello de 37 años, quien fue detenido en un retén junto a otros tres compañeros trabajadores del Valle Central de California, dos de los cuales ya fueron deportados.
Botello narró que los oficiales de “La Migra” les preguntaron su estatus migratorio solo a ellos, mientras que otras personas de diferentes razas, no pasaron por lo mismo. “Había otras personas llegando que no eran mexicanas y ellos (los oficiales) no les preguntaban nada. ¿Qué más pruebas quieren?”.
Como una medida adicional para proteger a los inmigrantes de la deportación, Farrell anunció un aumento de 3.5 millones de dólares anuales de la ciudad para proporcionar ayuda legal a los detenidos por ICE, con esto San Francisco suma un presupuesto de 11 millones de dólares anuales para este fin. El estado otorga 45 millones de dólares de su presupuesto con el mismo objetivo.
As the Trump Administration continues to attack our immigrant communities, our City & State are working to provide universal legal immigration services to families and residents in need. We will not sit back as families are being heartlessly ripped apart.https://t.co/9uSoVpDn2k pic.twitter.com/O6IMEMmIlM
— Mark Farrell (@MarkFarrellSF) March 4, 2018
A pesar del fervor con el que algunas localidades están auxiliando a las familias inmigrantes no es suficiente. Para el abogado en temas migratorios, Omar Silva, el Consulado de México no está aportando la ayuda que ofreció el gobierno mexicano.
“La protección consular no está funcionando, no salen de talleres dentro del mismo Consulado, no van a las comunidades, eso pone en riesgo a nuestra comunidad… Los derechos humanos de nuestros connacionales se está viendo constantemente violados”, expresó el profesional que trabaja en Sacramento.
Un estudio de UCLA Civil Rights Project demostró que la comunidad inmigrante vive bajo estrés y miedo, justo como “La Migra” lo desea, según las propias palabras de Homan.
Afortunadamente, las autoridades de California no están dejando solos a los paisanos y se están jugando “su propio pellejo”.
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