Florida se ha convertido en el "premio mayor" de las elecciones en los Estados Unidos. Es el "objeto del deseo" de Hillary Clinton y de Donald Trump. Probablemente signifique la gloria de uno y la ruina de otro.
Por: Omar Porcayo
Después de un año de campaña, millones de dólares invertidos y mucha polémica, la elección presidencial podría resolverse en unos cuantos condados del estado de Florida.
Con 29 de los 270 votos electorales que se necesitan para llegar a la Casa Blanca, el estado naranja es la joya más valiosa y esquiva que estará en juego el próximo 8 de noviembre. Se trata de la entidad péndulo más dividida y cambiante de la Unión Americana.
Para entender la complejidad de las elecciones en el estado, basta recordar que en el año 2000, George W. Bush ganó ahí por solo 500 votos y consecuentemente se hizo de la presidencia.
Un recuento de Univision muestra que el candidato ganador en la Florida en las últimas seis elecciones siempre se impuso en la elección general, aunque solo haya sacado ventaja por unos cuantos miles de votos.
De hecho, la lucha se centra en el corredor central de la península, donde hay más votantes registrados.
Incluso las encuestas están divididas, mientras HuffPost Pollster le da la ventaja a Clinton hasta por tres puntos, la Florida Atlantic University Business and Economics Polling Initiative (FAU BEPI), publicó que Trump está arriba por dos puntos.
“No está definida la carrera”, dijo a Univision Eduardo Gamarra, politólogo de la Universidad Internacional de Florida.
Aquí el voto latino es “oro molido”
Solo una cosa pudo amainar la perorata racista de Donald Trump en contra de los inmigrantes: los aires del estado de Florida. Ahí en Tampa, el candidato republicano suavizó su discurso y olvidó su infame propuesta de deportar a 11 millones de personas.
No iba a seguir perdiendo terreno en una entidad donde el 18% de los votantes son hispanos. De hecho son casi dos millones de electores registrados y listos para salir a las urnas.
Ahora bien, en Florida Trump no es tan rechazado como lo es a nivel nacional por la comunidad latina. Aquí Clinton lo aventaja por solo unos 10 puntos porcentuales en las preferencias, mientras que en el país su superioridad ronda los 48 puntos.
Para Mónica Escaleras, directora del BEPI, puede ser el voto cubano el que hace fuerte al empresario. “El apoyo del que goza [Trump] entre los latinos de Florida le está ayudando a seguir siendo competitivo”.
Es un hecho que Hillary Clinton debe trabajar horas extras en Florida, pues los sondeos indican que un 58% de los habitantes la rechazan. Trump no tiene motivos para cantar victoria, pues arrastra también un penoso 56% de opiniones negativas.
Lo cierto es que muchos hispanos en Florida se están registrando para votar, demócratas en su mayoría.
Donde tanto republicanos como demócratas tienen mucho que hacer es entre los independientes y los millennials. Ahí hay millones de votos que pueden ser decisivos o simplemente sumar a la estadística de los que se abstuvieron.
Así que nunca fue tan importante convencer a los hispanos. La elección es tan cerrada, que el futuro del país podría estar en unas cuantas manos latinas.
Florida, tan bella, tan importante, tan impredecible.
Facebook
Twitter
Instagram