Se trata de Facundo, el irreverente conductor mexicano que se encontraba en un viaje de trabajo en Chile cuando descubrió lo que pasaba.
Para comprobar los robos, el mexicano instaló cámaras en su habitación de hotel para tener pruebas y enfrentar al o la criminal que estaba haciendo dicho hurto.
Para lograr juntar las pruebas, puso dinero en diferentes partes y ver si lograba capturar el momento en el que sustraían el dinero.
Sin embargo, los primeros dos días la señora que hace la limpieza -quién era la primer sospechosa- no tomó nada, hasta el tercero que se decidió en robarle el dinero de una de las trampas.
Pese a las súplicas de la mujer tras confrontarla, el conductor mexicano la denunció ante los supervisores del hotel y terminaron despidiendola.
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