Comer insectos es una tradición culinaria mexicana que tiene más de 500 años y aún persiste
Por: Oso Oseguera
Cuando llegaron los mexicas al valle de Anáhuac y encontraron Aztlán -donde yacía el águila posada sobre un nopal devorando una serpiente- vivieron un rato en el cerro de Chapultepec, nombrado así por la abundancia de chapulines. Así, los mexicas los atrapaban y los comían, quitándoles patas y antenas.
La alimentación va paralela a la existencia del hombre sobre el planeta. Esta abarca los aspectos físico, mental y anímico del individuo. En las culturas mesoamericanas ésta era muy diversificada. Los mexicas tenían el ideal de la buena alimentación. Se sabe que alimentaban a sus enemigos, ya que era un deshonor para un guerrero vencer a personas débiles, relata Idolina Velázquez Soto, en su texto “Flores e insectos en la dieta prehispánica y actual de México”.
El suelo para sembrar se achicó, los océanos sufren de sobremesa y el cambio climático complica la producción de alimentos. “Así que criar insectos para consumo humano o animal es una excelente opción que se ha explorado poco”, dice a Barrio Alicia Bárcena, nutrióloga de la Universidad Iberoamericana.
Antes de la llegada de los conquistadores, lo mexicas, mayas, mixtecos, zapotecos, y otras culturas., tenían una alimentación equilibrada y muy diversa. Velázquez Soto cuenta que combinaban el maíz, frijol y amaranto con proteínas de origen animal de diversas especies y una importante ingesta de insectos variados, hueva, verduras, flores, algas y gran variedad de frutas.
Fray Bernardino de Sahagún relata en su “Historia general de las cosas de la Nueva España” el consumo de insectos, gusanos y flores: “…comían unas hormigas aludas con chiltécpitl. Comían también unas langostas que se llaman chapolin chichiahua; quiere decir “cazuela de unas langostas”, y es muy sabrosa comida. Comían también unos gusanos que se llaman meocuilti chitecpin mollo; quiere decir “gusanos que son de maguey y con chiltecpinmolli”. Aparte menciona otros gusanos de maíz como el cinocuili y algunos acuáticos como el ocuiliztac, el atelepitz, el atopinan y el ahuihuilla.
Entre los insectos más conocidos en Mesoamérica, los naturales comían el excauhuitli, huevecillos de una mosca; los escamoles, huevecillos de hormigas; las hormigas llamadas chicatanas; las chinches acuáticas llamadas axayácatl y de estas chinches se comen sus huevecillos que dicen saben a caviar; los famosos ahuahutles. La chinche xamue servía de condimento.
En algunas regiones de Oaxaca hay una chinche grande a la que se le chupa el abdomen para extraerle una especie de miel y se le deja viva para que llene de nuevo el abdomen de ese líquido dulce. Los chapulines, meocuili o gusanos blancos que se crían en el maguey, y los tecaoli, de color rojo también se comían. Así como otros gusanos de tierra llamados chilamuiles.
Los jumiles son insectos pequeños que se comen vivos condimentándolos con sal y limón. Los acociles y el mosco llamado axayacatl eran el tributo de los lagos hoy desecados, entre ellos el de Texcoco. Los huevecillos del axayacatl, llamados ahuahutle, se comían en tacos. Este sabroso platillo, los españoles lo comían en viernes, cuando las carnes rojas no estaban permitidas. A su dieta de libélulas, moscas, mosquitos, hormigas y gusanos, agregaron mariposas, orugas, pulgones y piojos.
Los insectos también tenían fines medicinales. Varias culturas asentadas en México los usaban para aliviar enfermedades digestivas, respiratorias, nerviosas, circulatorias y óseas. El grillo prieto de Veracruz, por ejemplo, se usa par combatir la falta de vitaminas; las hormigas hieleras para la fiebre, y los jumiles se usan como anestésicos y analgésicos. En México se tienen registradas 252 especies para curar enfermedades en el área rural, según información de Conabio.
La cocina mexicana y de centroamericana tienen mucho aún de la cocina prehispánica. El mestizaje enriqueció los platillos a pesar del mito, en México hay más de 500 años de tradición culinaria con los insectos.
También te puede interesar:
#HierbaAzteca: El epazote es todo un arte al paladar y exige respeto
#Picante: ¿Sabes cuántos tipos de chiles hay en México?
Facebook
Twitter
Instagram