En este colorido lugar se respeta y honra al duro trabajo de los artesanos mexicanos.
Texto y fotos: Grethel Delgado
¿Quieres un juego de jarras como el que tenía tu madre, o una hermosa pieza de talavera? En Estados Unidos hay muchísimos mercados que ofrecen artesanías auténticas, de las manos de los artesanos en México hasta tu propio hogar.
Miami tiene muchos rinconcitos mexicanos, pero a este mercado de artesanías hay que llamarle súper rincón.
El amor por las tradiciones mexicanas y la nostalgia por su tierra, fue el impulso de Verónica Hernández Villegas para crear este mercado de artesanías, que se ha convertido en su segunda casa. Cada mañana desayuna junto a las trabajadoras antes de comenzar la jornada. Luego, reciben a los visitantes como si estuvieran abriendo las puertas de su hogar.
Verónica llegó a Estados Unidos hace más de 10 años, pero se encargó de traer un pedazo de su México natal. Al mando de un negocio complejo, ella celebra la riqueza cultural mexicana y defiende con pasión sus raíces. Es por eso que llegar a este lugar es motivo de alegría para todos.
La mexicana confiesa que los objetos que allí se venden tienen su destino marcado, por eso espera con paciencia a que llegue la persona indicada.
“Veo que muchas veces ya las cosas vienen con un nombre y con un apellido, pues las personas dicen: ‘ah, eso es lo que estaba buscando’. Y se la lleva”, dijo Verónica.
Pero su negocio es también la oportunidad de crear empleos y un pago justo para los artesanos en México, a los que regularmente visita para ver sus creaciones. A lo largo de los años, Hernández ha visto la evolución de los artesanos que le surten.
Las obras de los artesanos son únicas y estos les dan un toque personal e innovador a piezas tradicionales.
No hay muro que detenga el trabajo de los artesanos
Aunque hay temores debido a las nuevas regulaciones de la administración de Estados Unidos, los mismos artesanos la han apoyado para superar cualquier obstáculo.
“Cuando empezó el año yo estaba asustada por los cambios, por el muro, los impuestos… Una artesana me dijo: ‘señora, todo sigue igual, más caro, pero tenemos que salir adelante todos los días’. Y dije: ‘pues es cierto’. Ellos me dieron esa lección, y gracias a Dios todo marcha muy bien”.
Conexión con las raíces
Al mercado asisten muchos latinos y, según afirma Verónica, en los últimos tiempos están asistiendo más mexicanos. Ella disfruta ver cómo las personas se emocionan al encontrar objetos que les remontan a su infancia en México.
“Una mexicana vino con sus hijos y a pesar de que era joven, le hacía a sus niños la explicación de cada objeto, y se llevó un juego de jarras porque su madre tenía uno parecido”.
Saber que sus artesanías transmiten la nostalgia por las raíces a los visitantes le hace muy feliz.
“Hay señoras que llevan mucho tiempo sin ir a México, y cuando ven los objetos se quedan sin palabras, no te dicen nada pero es porque están recordando, y también se quedan un buen rato escuchando la música de la tienda”.
“La semana pasada vino un mexicano que lleva 20 años fuera del país preguntaba por unos panchitos, y le buscamos una imagen del hombre y la mujer con el cactus. Cuando la vio, se le aguaron los ojos. Enseguida se transportó a su pasado. A lo mejor su mamá tenía esa misma pieza y el creció viendo esa imagen. Esa conexión se ha logrado aquí”.
“Ese es el enfoque que le hemos ido dando, no premeditadamente sino naturalmente. Estamos teniendo más surtido que conecta con las tradiciones”, afirmó.
Por más de 10 años, en esta casa gigante de tradiciones se respeta y celebra el trabajo de los artesanos mexicanos. Los diseños y materiales se ajustan a todos los gustos, pero en particular al gusto por lo hecho en México.
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