En Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Yucatán y el Estado de México tienen variaciones sobre cómo celebrar la Navidad.
Fiesta de Takari
La fiesta de Takari ocurre en Tarímbaro, Michoacán. Consiste en una danza por las calles del pueblo y en simultáneo se va recogiendo heno para elaborar el lecho del niño Jesús.
Y precisamente, los michoacanos de Tarímbaro se abocan a montar bellos nacimientos. Estos se adornan con motivos de diversas etnias y se incluyen diferentes figuras que representan danzas y oficios del estado.
Los huanánchechas son responsables de mantener las tradiciones vivas en Michoacán y las “encendedoras” son las mujeres responsables del cuidado de las velas en las iglesias. Los kúrpites de San Juan Nuevo; las huapanas, en Ihuatzio; y los turicha, en Quiroga, danzan y amenizan las fiestas, informa el Instituto del Artesano Michoacano.
Noche de rábanos
En Oaxaca es célebre la Noche de Rábanos. Ocurre el 23 de diciembre y el reto consiste en crear figuras a partir de “esculpir” rábanos u otras verduras. La tradición proviene de la época colonial, cuando los frailes dominicos enseñaron a los zapotecos y mixtecos el cultivo de flores y hortalizas. En el pueblo de Trinidad de las Huertas o las Naborías se arraigó la tradición. La primera exposición ocurrió en 1897.
Dura sólo unas horas, pero congrega prácticamente a todos los habitantes de la ciudad en el área del zócalo, quienes concurren con el objeto de admirar la creatividad de los participantes en este concurso anual que se realiza el 23 de diciembre, apunta en su página web Oaxaca Mío, una guía de turismo en línea.
Ramas adornadas
En Veracruz y Yucatán se realiza la noche de Rama, especies de posadas que organizan y realizan los niños. Ellos cantan, bailan, decoran una caja con la imagen de la Virgen María o del niño Dios, la iluminan con velas y colocan una rama de limonaria, globos, juguetes y adornos navideños.
En Yucatán los niños adornan diferentes espacios según su propia creatividad, cantan y van de puerta en puerta por las calles ofreciendo alegría y un rato de ocio.
Pastorela Tepotzotlán
Desde 1964, este pueblo “tragado” por la mancha urbana de la Ciudad de México realiza representaciones teatrales llamadas pastorelas, que fueron el vehículo de los curas que llegaron al México prehispánico para enseñarles la religión católica. En Tepotzotlán ocurren estas obras de teatro en el exconvento Jesuita
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