¿A quién no se le antojan unos panes recién horneados?
Por: Grethel Delgado
Pueden ser tostados, suaves, que se desbaratan en la boca o que se alargan como chicles. Los panes tienen tantas variantes que nadie queda insatisfecho. Y cuando se trata de esos que comíamos en la infancia, saben mucho mejor, pues llevan el valor adicional de los recuerdos.
Desde que los vemos, comenzamos a devorarlos con la vista, porque los panes latinos son como amuletos que alejan el hambre y nos ayudan a seguir. El pan es un alimento clásico, simple, pero no nos puede faltar. Un delicioso pan o un pastel junto al cafecito mañanero, es lo mejor para comenzar el día.
Estados Unidos se ha convertido en un muestrario de comida latina, donde las tradiciones culinarias se comparten y disfrutan. Los ecuatorianos se hacen fanáticos de los platos argentinos, los colombianos compran en el mercado mexicano y los cubanos encuentran la gloria en las comidas dominicanas.
Para que los tengas en cuenta, aquí te compartimos un poco del sabor latino que nos identifica.
1. Pan de bono — Colombia.
Una receta típica colombiana y un antojo asegurado.
2. Mallorca — Puerto Rico.
A la receta para prepararlo se le conoce como Ensaimada de Mallorca, y tiene sus raíces en España. Las mallorcas demoran mucho tiempo en prepararse, pero la espera vale la pena.
3. Hallulla — Chile.
Con un chocolate caliente o un jugo de naranja, estos manjares te harán decir “aleluya”.
4. Picos — Nicaragua.
¿Qué más se le puede pedir a la vida?
5. Torta frita — Uruguay.
Quienes la prueban una vez, ya no pueden parar de hacerlo.
6. Concha — México.
Con una cubierta azucarada que le alegra el día a cualquiera.
7. Piñas de pan — Costa Rica.
Puedes ponerle mantequilla, o tu jalea favorita. O ambas.
8. Cañoncitos— Argentina.
Cuando muerdes uno de estos, el dulce de leche es inolvidable.
9. Pastel de guayaba — Cuba.
Los cubanos lo suelen encontrar en los puestos de la esquina. Además puede incluir queso.
10. Pastel de queso — Venezuela.
La combinación del queso con la cobertura dulce es para chuparse los dedos.
Los panes se pueden acompañar con un café, con mate, un té y hasta una cerveza bien fría. Pero lo mejor es cuando los disfrutamos en familia o entre amigos. Hay muchas opciones para elegir. ¿Cuál se te antojó?
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