Un defensor del quechua.

#Quechua: Profesor hispano lucha por rescatar lenguas indígenas

Por varias décadas, el profesor Julio Noriega preparó una antología de poesía quechua.

Por: Grethel Delgado

Las raíces hispanas de Julio Noriega se mantienen vivas en su desempeño profesional. El profesor, que imparte clases desde el 2009 en Knox College, en Galesburg, Illinois, se interesa por la preservación de lenguas indígenas.

Noriega pertenece a la cátedra de estudios latinoamericanos del centro, además de impartir clases de español. Es ensayista, narrador y una valiosa fuente de conocimiento para los estudiantes de Knox College.

Su amor por la materia que imparte le ha llevado a trabajar arduamente en una investigación de más de 20 años para compilar y publicar poesía quechua.

Foto: Melanie Bateman, Flickr.

“Mi interés por el quechua y su literatura comenzó en mi época de estudiante universitario en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. En esa centenaria casa de estudios y con profesores poco tradicionales descubrí que el quechua, la lengua de mis canciones y cuentos en la niñez, también tenía literatura”, explicó el profesor a Barrio.

“Sólo así podemos entender mejor el sentido de nuestra conflictiva historia y la doble tradición cultural en la que nos hemos formado”.

“Es importante la preservación de toda lengua y cultura, pero para un hispanoamericano aún más importante es la preservación de cada una de las lenguas originarias de América como el quechua. Sólo así podemos entender mejor el sentido de nuestra conflictiva historia y la doble tradición cultural en la que nos hemos formado”, dijo el autor.

“Hay que aclarar, sin embargo, que en este caso preservar no significa archivar ni enclaustrar los productos culturales en lenguas nativas en bibliotecas, museos o reservaciones, sino promover el uso de las mismas lenguas en nuestra comunicación diaria, en todos los espacios posibles de la vida pública y privada, formal e informal, social e individualmente”, agregó.

“América no es solamente hispana ni sajona, sino indígena, negra, judía y es, sobre todo, una sociedad de inmigrantes”.

Un apasionado de las lenguas indígenas

Julio Noriega creció en un ambiente bilingüe, y siempre ha notado que las publicaciones en quechua son mínimas en comparación con los títulos en español.

“Nací en Acochaca, actual distrito de la provincia de Asunción-Chacas: un pueblo bilingüe quechua-español enclavado en la vertiente oriental y peruana de la Cordillera de los Andes, que aparece ante el visitante como varado a orillas del río que lleva el mismo nombre y cuyas aguas desembocan, después de un largo recorrido por numerosos valles y quebradas, en el Marañón, río que a su vez es afluente del Amazonas”, contó Noriega.

Durante una visita a Perú en 1993, constató que al no existir educación en quechua, no se editaban libros en esta lengua y por lo tanto su trascendencia dependía de la oralidad.

Foto: alphis tay, Flickr.

“Recopilaciones de textos de tradición oral, poesías escritas por migrantes andinos en Lima y otras creaciones en provincias andinas llegaron a mis manos y fueron atesorados, entre mis libros de especialidad, como si se trataran de materiales incunables. Pero el compromiso de estudiar, promover y difundir la literatura quechua dentro de mi carrera profesional empieza recién cuando, como estudiante del programa de doctorado en la Universidad de Pittsburgh, viviendo fuera del Perú y mucho más lejos del mundo andino, decido preparar una antología de poesía quechua en el Perú y escribir mi tesis doctoral sobre este corpus de material reunido”, declaró el profesor Noriega.

Así fue como inició su larga investigación, que terminó en un poético final llamado “Poesía Quechua en Bolivia”, un libro que vale su peso en oro. Se trata de una selección de poemas en quechua, lengua indígena con gran presencia en Ecuador, Bolivia y Perú, con unos 8 millones de hablantes.

Foto: Cortesía del autor.

Julio Noriega siempre estuvo interesado en la preservación de la literatura andina, pasión que lo llevó a publicar dos libros sobre la poesía quechua en Perú. Estos títulos son: “Poesía quechua escrita en el Perú”, Lima, Centro de Estudios y Publicaciones, 1993; y “Buscando una tradición poética quechua en el Perú”, Miami, University of Miami, 1995.

Aunque la cifra de conocedores del quechua es alta, las publicaciones son escasas. En general, esta lengua se transmite de generación en generación de forma oral.

La publicación fue posible gracias a financiamiento del propio Knox College, de amigos y estudiantes de Noriega. Cada poema en quechua tiene su traducción al español, de manera que se pueda comprender esta hermosa lengua. Además, el profesor se dedicó a estudiar la historia de cada poema, sus versiones y cómo han variado a través del tiempo. De ahí que cada poema tenga una especie de hoja de vida literaria.

Foto: Maria Grazia Montagnari, Flickr.

Un ejemplo de profesor

Entre sus labores docentes se encuentran viajes con sus estudiantes a países latinoamericanos. Así los jóvenes pueden conocer de primera mano la riqueza de lenguaje de los grupos indígenas americanos. Los chicos quedan fascinados con la experiencia y confiesan que es una manera perfecta para aprender español.

“Conscientes de las limitaciones del trabajo en el salón de clase, hemos incorporado dos modalidades de estudios en el extranjero: programas de estudio con estadía de 3 meses a un año en Barcelona y Buenos Aires y viajes de estudio de dos a tres semanas a distintos países de la América hispana. Uno de esos viajes de estudio tiene como destino el mundo andino: Perú, Bolivia o Ecuador. El último viaje fue a Perú”, informó el profesor.

“La reacción de los estudiantes estadounidenses es de mucha empatía con los valores de la cultura andina”.

Estudiantes de la clase de Noriega durante una visita a Perú. (Foto: knox.edu).

“La reacción de los estudiantes estadounidenses es de mucha empatía con los valores de la cultura andina. A pesar del corto tiempo que disponen, ellos tienen la oportunidad de hacer numerosas actividades con estudiantes universitarios de Abancay y Cusco. Desayunan y almuerzan en mercados y en comedores universitarios, asisten a talleres de tejidos, de lengua y cultura, y realizan excursiones de caminatas por circuitos especialmente diseñados para ellos, como la ruta de Los Ríos Profundos en Abancay, cuyo itinerario sigue puntualmente el de la novela Los ríos profundos de José María Arguedas”.

“En fin, les encanta la comida andina, discuten apasionadamente de política, bailan y cantan en las calles en comparsas con estudiantes andinos. Y vuelven convencidos de que el viaje les ha cambiado la visión del mundo y la de sus propias vidas”, aseguró.

Sin dudas, su libro será de mucho valor para estudiantes y colegas. También contribuye a que esta lengua se mantenga viva y llegue a más personas.

 

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