Una extraña tradición.

#PicaPica: Vestir a las pulgas es un todo un arte en México

El arte de vestir a las pulguitas es auténticamente mexicano.

Por: Grethel Delgado

Cuando pensamos en las pulgas, sentimos un repentino escozor, o nos viene a la mente la carita de nuestro perro sufriendo por llevar a cuestas estos molestos parásitos. Sin embargo, el ingenio humano transforma cualquier cosa en arte. Y las pulgas no se quedan fuera.

Foto: matitataller.blogspot.com

Una tradición que se remonta al siglo XIX se basa en la decoración de estos insectos, dando vida a diminutas recreaciones de seres humanos. Los mercados mexicanos solían ofrecer como souvenirs estos insectos ataviados a la usanza española o como novios en el día de la boda.

Estas rarezas encantaban a muchos visitantes, quienes se las llevaban a casa como un recuerdo de la asombrosa cultura mexicana.

“En México hay una gran tradición de lo fantástico, que está profundamente enraizada en la cultura indígena. En un país donde se venden a los turistas como recuerdo pulgas vestidas, donde en el parque pasan como cebras burros con rayas de alquitrán, donde se ofrecen los exvotos más sangrientos como pruebas de la eficacia de la oración, y donde se dan a los niños calaveras de dulce cubiertas de azúcar y momias de caramelo del tamaño de una muñeca como regalo, lo surreal es una realidad que se ve a diario en la calle”.

Así relata Janet A. Kaplan en el libro “Viajes inesperados. El arte y la vida de Remedios Varo”. La venta de pulgas vestidas es uno de los tesoros de la cultura mexicana, una costumbre que impresiona a extranjeros y hasta a los propios mexicanos. Y es que la magia de México no tiene fin.

Foto: matitataller.blogspot.com

El arte de la miniatura

Se dice que la tradición de vestir a las pulgas nació del aburrimiento. Para combatir el tedio de los conventos, las monjas se entretenían con pulgas, a las que enseñaban a hacer números de circo. Una vez que estas morían, las disecaban y las ponían en cajitas. A inicios del siglo XX, la tradición de ponerles ropa a estos insectos se común entre los artesanos.

¿Cómo se preparan las pulgas?

Luego de ser recolectadas, las pulgas se bañan en alcohol y posteriormente se les pone un esmalte para que queden más rígidas. Durante el boom de esta tradición, era usual que se vistiera a los insectos como los novios en el día de la boda, con trajes españoles o atuendos de campesinos.

Circo de pulgas

El arte de entrenar a las pulgas para realizar actos circenses es más conocido mundialmente. Encontramos referencias de circos de pulgas en Estados Unidos y en Europa, pues en el siglo XIX se hicieron populares los circos con estas minúsculas criaturas.

Por los años 1830, en Londres era muy popular asistir a funciones del circo de pulgas. Los curiosos visitantes disfrutaban de aquel novedoso show que les generaba sorpresa y también escozor.

Más adelante, con ayuda de las cámaras y la joven televisión, se documentaron los números circenses de los insectos, lo cual se convirtió en una rara modalidad artística.

La tradición sigue viva

Un biólogo e investigador inglés se dedica a mantener viva una tradición que por estos tiempos parecía extinta. Su nombre es Tim Cockerill y es un apasionado de los animales exóticos. Cockerill comentó a Barrio vía email que su interés por temas de zoología lo llevó al arte de las pulgas vestidas, el cual intenta recuperar.

Fotos: timcockerill.com

Tim es probablemente una de las pocas personas que se dedican a este curioso arte de vestir y entrenar a estos insectos.

Aún se conservan ejemplares de pulgas vestidas en colecciones privadas, así como en el El Museo Universitario del Chopo. Este tiene entre sus muestras permanentes un Gabinete de curiosidades, donde se encuentran las famosas pulguitas vestidas.

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En los cajones viejos de la familia podría haber un par como este, pues era muy común adquirir unas pulgas vestidas a manera de recuerdo. ¿Ya hurgaste en el museo de la abuela?

Foto: Pinterest.

 

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