Pat Bell, simpatizante de Trump

#Karma: Votaron por Trump, pero ahora su propiedad quedará del lado mexicano del muro

La situación cada vez se pone más "color de hormiga" para algunos que votaron por Trump.

Por: Omar Porcayo

Pat Bell de River Bend nunca imaginó que su voto por Donald Trump le costaría tan caro. Ella es una de las miles de personas que tendrán que vender su propiedad al gobierno de los Estados Unidos para la construcción del muro fronterizo con México.

“Si tengo que contratar a un abogado, lo haré”, dijo a CNN Bell, quien admitió haber votado por Trump aunque no estaba de acuerdo con la construcción de la pared y ahora tendrá que pelear en tribunales contra el presidente que eligió.

Bajo amenaza de expropiación, la administración Trump se ha acercado a propietarios de territorios en la frontera para que acepten la compra de los predios por un “precio justo”.

“No queremos el muro […]. Pero tampoco queremos ser demandados por el gobierno de Estados Unidos”, dijo a Texas Observer, Yvette Salinas, granjera de Los Ébanos, Texas, que recibió una notificación del gobierno federal para la compra de un terreno que su familia ha conservado por cinco generaciones.

“Da miedo cuando lo lees, sientes que tienes que vender”, expresó sobre el documento firmado por el Departamento de Seguridad Nacional.

Carta expropiación
Así es la carta que reciben los propietarios.

La “Declaración de Toma” de 21 páginas le ofrecía a la familia 2,900 dólares por su terreno de 4,856 metros cuadrados cerca del Río Bravo.

Aunque la oferta puede parecer una miseria, quizá sea la opción menos mala que la familia pueda tomar, pues los precedentes no son nada prometedores.

En 2006 el gobierno federal solicitó la venta de terrenos a particulares para la construcción de una cerca en la frontera de 1,300 millas, por precios muy inferiores a los que sus dueños reclamaban. Como consecuencias hubo cerca de 442 estadounidenses que demandaron, pero todos perdieron en la corte.

De acuerdo con CNN una década después aún hay 93 procesos en juicio y las expectativas no son mejores.

“Estaba muy enojada, me preguntaba ‘¿cómo pueden hacer esto?'”, confesó a la cadena estadounidense D’Ann Loop, cuya granja Brownsville fue partida por la mitad. La parte que quedó dentro del lado estadounidense fue expropiada y la parte que quedó fuera de la barda está completamente aislada entre la frontera y la horrible reja.

En aquel entonces el gobierno erogó tan solo 78 millones de dólares por 654 millas de territorio. Ahora la batalla será por cuatro veces esa cantidad de terreno y los afectados se cuentan por miles.

Según expertos en materia jurídica, se avecina una lluvia de demandas en los tribunales norteamericanos contra Trump, aunque la ventaja le pertenece al gobierno. Empero, se anticipan vigilias y actos de protesta una vez que inicie la construcción, a tal grado que los contratistas han exigido equipos de seguridad ante un posible “clima hostil”.

Trump prometió a sus seguidores un muro, aunque nunca les dijo que ellos terminarían pagándolo, que les podría costar su propiedad o que los dejaría fuera del país, del lado mexicano.

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