La Corte Suprema de los Estados Unidos decidió este jueves mantener la política de la Universidad de Texas, que considera la raza en su proceso de admisión y protege la incluisón de los latinos.
Con una votación de 4-3, los jueces decidieron anular la demanda de Abigail Fisher, una estudiante blanca que aseguró que el reglamento de admisiones en la Universidad de Texas en Austin es discriminatorio.
“El programa de admisiones con conciencia de raza que se utilizaba en el momento de la petición de la demandante es legal bajo la Cláusula de Igual Protección”, estableció el veredicto.
La política de “Affirmative Action” (Acción Afirmativa) de esta casa de estudios garantiza la igualdad de oportunidades de ingreso sin distinción de raza, sexo, edad, religión u orientación sexual. Así lo había asegurado el Quinto Circuito de Apelaciones de Louisiana, y lo confirmó la Suprema Corte.
Si bien es cierto que la UT garantiza el acceso al 10% de los estudiantes del estado con mejor promedio, también considera la raza para proteger a las minorías y elevar la presencia de hispanos y afroamericanos.
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