Sin importar clases sociales, ellas están unidas en contra del abuso.
Por: Omar Porcayo
Las mujeres que “rompieron el silencio” en contra del acoso sexual fueron nombradas como la “Personalidad del Año” por la revista Time. Mujeres famosas de la industria de Hollywood recibieron la mayor atención por denuncias en contra de poderosos hombres, sin embargo también hubo campesinas humildes que desafiaron a sus abusadores y recibieron el reconocimiento internacional.
Isabel Pascual, una trabajadora del campo mexicana, apareció en la portada de la prestigiada revista como representante de su valiente gremio, sin embargo, el mayor homenaje vino de otras mujeres que como ella, sufrieron del abuso de poder.
Personalidades como América Ferrera, Aubrey Plaza, Eva Longoria, Jennifer López, Salma Hayek y Penélope Cruz, les dedicaron una sentida carta de agradecimiento a las campesinas que sin importar su estatus económico y migratorio, se hermanaron en una lucha por lo justo.
“Estimadas hermanas:
Les escribimos en nombre de 300 mujeres que trabajan en la industria del cine, televisión y teatro. Hace unos meses, unas personas valientes revelaron la sombría verdad del acoso y agresión sexual cometido por gente poderosa de nuestra industria. En aquellos momentos tan difíciles y vulnerables para nosotras, la Alianza Nacional de Campesinas nos envió un conmovedor mensaje de solidaridad, gesto por lo cual estamos profundamente agradecidas.
A las integrantes de la Alianza y todas las mujeres campesinas a través del país: estamos con ustedes, les agradecemos y reconocemos la pesada carga de aquellas experiencias que vivimos en común: se aprovechan de nosotras, nos acosan y somos explotadas por los poderosos que amenazan nuestra seguridad física y económica. También hemos callado ante la violencia y el humillante acoso que soportamos por temor a ser atacadas y destrozadas en el proceso de expresarnos. Sentimos enojo y también vergüenza. Tenemos miedo a que nadie nos crea, que nos veamos débiles, que nos rechacen por quejumbrosas, que nos despidan o que nunca nos vuelvan a contratar.
Sin embargo, también reconocemos nuestro privilegio y que tenemos acceso a una enorme plataforma para amplificar nuestras voces. Los dos nos están llevando a un momento de reconocimiento del problema en nuestra industria, que es una oportunidad que no han tenido las mujeres campesinas ni las víctimas empleadas en otras industrias.
A todas las mujeres campesinas que han tenido que defenderse en contra de atención sexual no deseada por parte de su empleador, a cada ama de llaves que ha tratado de escapar de un huésped violento, a cada empleada de limpieza atrapada todas las noches en un edificio con un supervisor depredador, a cada camarera a la que un cliente ha tocado esperando a que lo acepte con una sonrisa, cada trabajadora textil obligada a intercambiar actos sexuales por más turnos, a cada trabajadora doméstica o asistente de salud a domicilio tocada a la fuerza por un cliente, cada mujer silenciada bajo la amenaza de ser denunciada por ser indocumentada en represalia por expresarse y a todas las mujeres que trabajan en cada industria que pasan por indignidades y comportamiento ofensivo que tienen que tolerar para ganar la vida: estamos con ustedes, las apoyamos.
Lamentablemente, en demasiados centros de poder de nuestra sociedad –desde la legislatura, salas de juntas, suites ejecutivas y administración, hasta los círculos académicos– carecen de la paridad de género y las mujeres no tienen igual autoridad. Esta desigualdad sistémica y la cultura dominada por los hombres en demasiados de nuestros ámbitos laborales crea las condiciones que fomenta un ambiente de abuso y el acoso hacia las mujeres. Por lo tanto, pedimos más puestos de liderazgo y poder para las mujeres.
Además, exigimos que más mujeres tengan igualdad de representación y oportunidad en el trabajo. Que ocupen y que gocen de igualdad salarial y los mismos beneficios. También reconocemos que las experiencias de las mujeres de color, mujeres inmigrantes, lesbianas, bisexuales y transexuales en estos entornos con frecuencia son significativamente peores que las de sus pares blancas, cisgénero y heterosexuales. La lucha para asegurar que las mujeres tengan un lugar, asciendan y simplemente sean escuchadas y reconocidas en lugares de trabajo dominado por hombres tiene que terminar; se acabó este impenetrable monopolio.
Estamos agradecidas a las personas- sobrevivientes y los aliados- que están forzando la conversación y hablando en contra del acoso, la agresión sexual y el sexismo; esto permite que estos temas salgan de las sombras y se convierta en el centro de atención. Instamos fervientemente a los medios que cubren las experiencias de las personas en Hollywood que también deben invertir el mismo tiempo en las innumerables historias de otras personas en oficios menos glamorosos y valorados.
El acoso persiste en parte porque los empleadores y los responsables nunca afrontan consecuencias legales por sus acciones. Frecuentemente, eso sucede porque las personas sobrevivientes, especialmente de salarios bajos no tienen los recursos suficientes para confrontar a los responsables. Como primer paso para ayudar a las víctimas a obtener justicia, cada firmante de esta carta se ha comprometido a contribuir a un fondo nuevo dedicado a ayudar a sobrevivientes de acoso y agresión sexual en todas las industrias para confrontar a los responsables y dar voz a sus experiencias.
En solidaridad,
Aimee García, Alexandra Meneses, América Ferrera, Ana Ortiz, Ana Brenda Contreras, Andrea Navedo, Angelique Cabral, Anjelah Johnson, Aubrey Plaza, Carmen Cuba, Christy Haubegger, Eva Longoria, Gina Rodríguez, Gloria Calderon Kellett, Isabella Gomez, Jaina Lee Ortiz, Karla Souza, Lisa Vidal, Liz Garcia, Melissa Fumero, Olga Segura, Olga Merediz, Rosario Dawson, Salma Hayek, Stephanie Beatriz, Verónica Falcon, Zoe Saldana, Jennifer López, Penélope Cruz”.
Facebook
Twitter
Instagram