Lentes, una cámara, un dispositivo de reconocimiento visual y mucho ingenio mexicano, son los ingredientes.
El investigador mexicano Daniel Martínez Macedo ha creado un prototipo de lentes inteligentes que pueden mejorar la vida de las personas con debilidad visual, desde situaciones cotidianas, hasta favorecer su inclusión social y laboral.
Dentro de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Martínez y su equipo incorporaron a los “InteLentes” un dispositivo para recibir señal WiFi y Bluethoot, una cámara, un auricular y un sistema de reconocimiento visual.
De esta forma, los anteojos se conectan a Internet y pueden detectar objetos, animales, entornos, así como hacer un cálculo estimado de la edad y sexo de individuos, para enviar esta información al usuario.
“Con ayuda de la tecnología, pretendemos mejorar la calidad de vida de los débiles visuales. (…) Se trata de un primer prototipo, pero se planea optimizar nuevas versiones para tener la capacidad de identificar el lugar exacto en donde el usuario se encuentra, con solo preguntar a los lentes”, expresó Martínez durante la presentación de la innovación la semana pasada, en la emblemática Torre de Rectoría de la universidad en la Ciudad de México.
“Toda la inteligencia y procesamiento se realiza dentro de una pequeña caja negra, que es la entrada de datos”, agregó el científico.
La UNAM envió un listado de cinco escenarios en los que los lentes pueden cambiar la vida de la persona que los usa.
1.- Detección de animales, entornos y personas: los lentes son capaces de discernir entre un perro, un florero o una computadora, y hacer un cálculo estimado de la edad y sexo de un individuo.
2.- Lectura, procesamiento y traducción de textos impresos: esto ayudaría a los usuarios a desenvolverse en lugares en donde no se cuenta con sistema Braille, como los restaurantes.
3.- Lectura, procesamiento y traducción al español de textos escritos a mano: muy práctico para estudiantes pues los lentes leen por ellos lo que alguien más anota en un pizarrón o en una libreta, por ejemplo.
4.- Identificación de rostros conocidos: estos se dan de alta dentro de los lentes. “Así, el individuo puede registrar las caras de las personas con quienes convive”, especificó Macedo.
5.- Detección e identificación de lugares: por el momento sólo podría aplicarse en sitios muy conocidos y no tan específicos.
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