El genio mexicano al servicio de la vida.
Por: Omar Porcayo
Según datos oficiales, 15,000 mexicanas son diagnosticadas anualmente con cáncer cervicouterino y en 5,000 casos el desenlace es fatal, por lo que se trata de la segunda causa de muerte por cáncer en el país.
Al igual que con el cáncer de mama, la prevención es el arma más poderosa para combatir este mal y un grupo de científicos mexicanos han encontrado la manera de diagnosticarlo en cuestión de minutos… tres minutos para ser precisos.
La empresa mexicana Onko Solutions desarrolló un dispositivo capaz de detectar el cáncer cervicouterino de inmediato. Se trata de una prueba más rápida y precisa que el Papanicolau.
El sistema 100 % mexicano y portátil se llama Instapap y funciona con espectroscopía óptica y eléctrica. Es capaz de detectar en 180 segundos si las células del cérvix están dañadas.
“Queremos que las mujeres no mueran más de cáncer”, dijo el gerente de la empresa Héctor Torres, durante la III Semana de la Innovación en Salud, en declaraciones que recoge EFE.
Somos pioneros en introducción de #Tecnología optoelectrónica a #México q detecta lesiones en cérvix c/resultado en minutos. #detección pic.twitter.com/IPdrhztXHl
— Onko Solutions (@OnkoSolutions) June 26, 2017
“Las mujeres pueden saber de manera casi inmediata si están enfermas y recibir el tratamiento de manera temprana y oportuna”, explicó.
La firma aseguró que mientras el Papanicolau tiene una efectividad de detección del 55 %, la de Instapap es del 86 %.
“Este dispositivo no toma muestras de células, sino información a través de medios ópticos y eléctricos, con la aplicación de una pequeña corriente imperceptible para el paciente, pero que es capaz de monitorear, detectar y diferenciar el tejido que está enfermo, del sano, y del que empieza apenas a enfermar; logrando hacer una medición oportuna y exacta en las primeras etapas de la enfermedad, específicamente del cáncer cervicouterino”, dijo la doctora y desarrolladora del invento, Olivia Barrón en 2015, cuando el proyecto comenzaba a tomar forma.
No solo es la eficacia, sino su accesibilidad. Estadísticas indican que el Papanicolau que se practica desde hace 50 años, solo se realiza entre el 50 % de la población mundial, pero en México y América Latina el porcentaje es del 5 % y en zonas marginadas se puede reducir hasta cero.
“Esto quiere decir que de 41 millones de mujeres que deberían revisarse en México, solo 8 millones tiene esa cultura, de las cuales el 30 % jamás tiene el resultado en sus manos”, dijo el Dr. Ricardo Lúa, asesor médico de Onko.
El dispositivo ya está disponible en México en algunos hospitales públicos y en iniciativas como el Tren de la Salud, que lleva consultorios móviles a zonas rurales. Se espera que para 2018 se exporte a otros países.
Onko se comenzó a gestar en 2010 gracias al trabajo desarrollado por un equipo de académicos, investigadores y estudiantes del Instituto Tecnológico de Monterrey, encabezados por los doctores Noel León Rovira, Jesús Seáñez y Olivia Barrón.
“ONKO Solutions nació a raíz de un Joint Venture realizado en Austin Texas, en el que nos integramos como un equipo que se complementa en sus fortalezas, en la parte técnica, comercial, regulatoria y de calidad. Esta unión de talentos y capacidades nos ha ayudado bastante en la búsqueda de inversión y participación de fondos”, dijo a la Agencia Informativa del ITESM Jesús Seáñez, inventor de la tecnología.
Esta casa de estudios también apoyó al joven emprendedor mexicano Julián Ríos Cantú, que ganó el premio internacional de innovadores, gracias a que inventó un brasier que a través de 200 biosensores que miden la temperatura de los senos, ayuda a detectar el cáncer de mama.
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