El verdadero peligro para EE. UU. es la corrupción dentro de "La Migra".
En varias ocasiones el presidente Donald Trump se ha referido a la frontera sur como porosa y por eso quiere un muro, pero las estadísticas indican que la corrupción al interior de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) es el verdadero problema y tiene más agujeros para la seguridad del país que una coladera.
Datos del Proyecto de Supervisión del Gobierno (POGO) informan que desde 2004 se han arrestado a 80 agentes de la Patrulla Fronteriza y a 127 oficiales por delitos relacionados a casos de corrupción. A pesar del duro discurso de Trump en materia de inmigración bajo su administración se presentaron 13 casos.
“Los agentes de inmigración corruptos representan una amenaza de seguridad nacional… el departamento tiene un proceso disciplinario roto”, advirtió en 2016 el Departamento de Seguridad Nacional.
El gobierno federal ha intentado criminalizar a los inmigrantes que cruzan la frontera cerniendo sobre ellos la sombra de la inseguridad, ignorando que el tráfico de armas y drogas se desarrolla con el beneplácito de agentes corruptos que aceptan sobornos del crimen organizado.
Malversación de fondos, tráfico de personas, robo, soborno, allanamiento de morada, lavado de dinero, declaraciones falsas y uso de armas de fuego durante crímenes relacionados con drogas, son los delitos más comunes cometidos por “La Migra” en los registros de las autoridades.
En su acometida antiinmigrante Trump ordenó la contratación de 5,000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, pero la empresa se encontró con el problema del déficit de elementos, entre otras cosas por no cumplir con los estándares de calidad exigidos por la ley.
En su afán por reclutar agentes y cumplir con la promesa de campaña de Trump, el gobierno federal pretende relajar los controles de contratación como el polígrafo, lo que incrementaría las irregularidades a decir de expertos.
Los problemas que generan los malos elementos de “La Migra” llegan a grados fatales. Esta semana el agente Lonnie Swartz fue declarado inocente a pesar de que se comprobó que mató de 10 disparos a un joven mexicano que se encontraba del otro lado de la frontera.
“Es muy deprimente que con evidencia tan clara de que esto fue un asesinato, la ley de los Estados Unidos permita que un oficial pueda matar a una persona sin enfrentar consecuencias, esto a pesar de tener tantas pruebas como fueron vídeos, fotografías y testigos especializados”, declaró tras conocer el veredicto Richard Boren, representante de la Red de Víctimas de la Patrulla Fronteriza.
Corrupción, asesinatos y abuso de poder, ese es el récord de la peligrosa “Migra” en la era Trump.
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