Protestan campesinos en contra del discurso de odio con una "obra de arte".
Por: Omar Porcayo
Los muros no son la respuesta, por eso un colectivo integrado por activistas, campesinos y artistas protestó el fin de semana en contra de las políticas discriminatorias del presidente Donald Trump, de una manera muy original.
Con una “Intervención Artística” en la barda fronteriza que divide El Paso, Texas, de Ciudad Juárez, Chihuahua, a la altura de Sunland Park, personas originarias de México, Guatemala, Haití y Colombia, alzaron la voz por las violaciones a los derechos humanos de la administración Trump.
Los manifestantes expresaron que Trump lacera los lazos comerciales y sociales entre dos naciones profundamente relacionadas.
Los artistas urbanos pintaron la barda con la figura de un integrante del Ku Klux Klan y el número 45 para denunciar la actitud del presidente de los Estados Unidos, quien no solo promueve un discurso de odio, sino que también ha sido condescendiente con organizaciones neonazis y de supremacía blanca.
El Paso y Juárez se han convertido en un epicentro de la resistencia en contra del espíritu divisivo, para estrechar los lazos binacionales. La semana pasada miles de estadounidenses y mexicanos realizaron una carrera para contrarrestar la narrativa que promueve el gobierno federal para dibujar una zona conflictiva llena de violencia.
Trump mandó a construir una serie de prototipos de muro con un costo de medio millón de dólares cada uno, aunque no cuenta con el presupuesto necesario para levantar la pared que prometió de 3,200 kilómetros.
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