Rafael Navarro - Científico mexicano en la NASA

#Genio: Este científico mexicano lleva casi 15 años estudiando a Marte en el proyecto Curiosity

Rafael Navarro representa orgullosamente a la UNAM, y se codea con las mentes más brillantes de la NASA.

En 2012 Rafael Navarro se convirtió en el único latinoamericano en ser parte del equipo de lanzamiento del robot Curiosity a Marte. Pero la verdad es que su historia comenzó mucho antes, y ahora, son ya 14 años los que el investigador de la UNAM lleva colaborando con la NASA.

Su trabajo inició en 2004 cuando se unió al equipo del proyecto SAM (Análisis de Muestras en Marte, por sus siglas en inglés), con el cual cooperó con el diseño del laboratorio portátil que más tarde se convertiría en el corazón de Curiosity.

Ahora, el doctor egresado del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, es uno de los especialistas que se encarga de interpretar la información recabada por el robot explorador, desde las oficinas del Laboratorio de Química de Plasmas y Estudios Planetarios

“Ha sido una experiencia emocionante en todos los sentidos”, afirmó Navarro a la oficina de comunicación de la UNAM.

Rafael también explicó que el Curiosity tiene instalados distintos sistemas de medición que ayudan a analizar el terreno, la atmósfera y todas las características físicas del planeta rojo. Sin embargo, algunos de los descubrimientos más importantes son los que se han logrado con SAM, pues funciona como un pequeño horno-laboratorio que vaporiza las muestras de suelo y luego las envía al laboratorio químico para su análisis detallado.

Algunos de los aportes más destacados que el mexicano ha hecho son que hace 3,800 años Marte tuvo agua y era muy similar a la que bebemos en la Tierra. Además, esta agua dio lugar a la creación de rocas, formadas por lodo, que contienen hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre, que son los elementos necesarios para el surgimiento de la vida como la conocemos.

“Después de casi seis años, Curiosity ha logrado llegar a una zona rica en arcillas, importantes porque se forman en presencia de agua líquida y tienen propiedades para atrapar materia orgánica y preservarla. Esto representa un ambiente en donde podremos estudiar si hay compuestos orgánicos y responder a la pregunta de si hubo o no vida en Marte”, declaró Navarro.

El investigador añadió que la misión en la que colabora es muy importante para la NASA, y el robot explorador permanecerá en el planeta vecino por lo menos tres años más, aunque ellos esperan enviar otra máquina que tome muestras de suelo en el 2020. Así que, todavía le queda mucho trabajo por delante junto a los científicos de la NASA.

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