"De lo único de lo que somos culpables es de querer a nuestros hijos".
Por: Omar Porcayo
Perseguir y arrestar a los padres que paguen para traer al país a sus hijos, es la última ocurrencia del gobierno federal en su infame cruzada contra de los inmigrantes, pero mamás y papás que no tuvieron otra opción para salvar a lo más preciado que tienen, no le temen a Trump y su pandilla.
Este viernes la Casa Blanca informó que comenzará a arrestar a los padres o miembros de la familia que hayan contratado a “coyotes” para internar a menores en la Unión Americana sin autorización.
“El propósito es desmantelar de principio a fin los mecanismos ilícitos que utilizan las organizaciones delictivas transnacionales y los facilitadores del tráfico de personas”, dijo Sara rodríguez, portavoz del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
“Los patrocinadores que han puesto directamente en peligro a los menores al encomendárselos a organizaciones delictivas violentas deberán rendir cuentas”, agregó en un comunicado de prensa.
Lo que Trump y “La Migra” ignoran es que la mayoría de los padres que pagaron para que sus hijos cruzaran la frontera, no tuvieron otra opción.
“Es mandar el dinero para que los traigan o para el entierro”, confesó a EFE José A., un inmigrante que tomó la medida desesperada de sacar a sus hijos de Guatemala por amenazas de delincuentes en ese país a su familia.
“Yo no quería traerlos pero amenazaron a todos los de la casa y no tenía alternativa. Si el presidente tuviera que elegir haría lo mismo que nosotros”, explicó la madre de los menores bajo condición de anonimato.
Los hijos del matrimonio llegaron en 2014 con nueve y siete años de edad y aún esperan una audiencia para explicar a un juez que requieren asilo.
“Desde que nos arriesgamos a venir sin papeles hemos tenido miedo, pero ahora que estamos todos como familia, trabajando, sin hacerle daño a nadie nos hemos hecho más fuertes y trataremos de enfrentar unidos esta persecución”, agregó la madre de familia.
Diferentes testimonios de inmigrantes coinciden en que no se arrepienten de haber tenido que tomar esa medida dadas las circunstancias en Centroamérica.
“Creo en la justicia de este país, y lo único de lo que somos culpables es de querer a nuestros hijos”, concluyó sin temor José.
“Se vinieron para darles un mejor futuro a esos niños, y están tratando de sacarlos de la violencia que viven nuestros países, no van a arriesgarlos tan fácilmente”, aseguró Teresa Tejada, directora de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (ASOSAL).
En 2013, el momento más álgido de la llegada de menores centroamericanos no acompañados a la frontera, se contabilizaron 170,000. Muchos fueron enviados a patrocinadores y centros de refugio, no siempre en las mejores condiciones.
La política del expresidente Obama era diametralmente opuesta a la de Trump, pues consideraba a los menores sujetos de un proceso de integración y salvaguarda. La actual administración busca enviar el mensaje de que el pariente que los patrocine será objeto de expulsión.
Para abogados de inmigración, probar el “tráfico humano” de los padres es muy difícil, así que muchas de las acusaciones y arrestos podrían verse frenados en las cortes.
“Implementar esas acusaciones (de tráfico) no va a ser fácil… es muy difícil probar algo cuando una persona es cómplice y víctima a la vez”, dijo Fernando Romo a EFE.
Sin embargo, algunos activistas ya investigan arrestos por esta causa en Texas, Pensilvania, Nueva York y Virginia.
“Arrestar a aquellos que se ofrecen a patrocinar a menores que hayan llegado solos en lo que dura el proceso migratorio, a menudo padres, es inconcebiblemente cruel”, dijo a AP Wendy Young, presidente de Kids in Need of Defense.
Los hijos de padres arrestados por esta causa, volverían a quedar en la indefensión de la que trataban de escapar.
“Sin nadie que los cuide, muchos de estos niños languidecerán en costosos centros de detención o serán enviados a casas de acogida que generarán un gran gasto a los estados”, agregó Young.
La crueldad ha sido el sello de este gobierno. “La Migra” y el Departamento de Seguridad Nacional, intentan amedrentar a los inmigrantes con leyes y propuestas tan indignantes como separar a las madres de sus hijos al cruzar la frontera.
El Congreso no se ha quedado atrás, la semana pasada aprobaron la iniciativa “anti ciudades santuario” y la Kate’s Law, que busca encarcelar a los inmigrantes que reingresen al país luego de haber sido deportados. Estimaciones calculan que esa ley incrementará en 57,000 internos la población en las saturadas prisiones de los Estados Unidos.
Facebook
Twitter
Instagram