Votaron por él creyendo que les ayudaría económicamente y pasó todo lo contrario.
Por: Omar Porcayo
Donald Trump viajó el lunes a Tennessee para reunirse con organizaciones de agricultores, a los que quiere mantener en su base, pues fueron pieza clave durante las elecciones de 2016. El magnate busca promover supuestas medidas ejecutivas que van a favorecer las áreas rurales, pero expertos sugieren que su administración está haciendo lo contrario.
Se trata de la primera asistencia de un presidente en 25 años a la convención anual del American Farm Bureau Federation en Nashville, aunque de poco les servirá a los granjeros.
Trump amenaza los acuerdos comerciales que han mantenido a flote a los productores en estados como Texas, Wisconsin, Iowa y California. Su renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tiene en vilo a los agricultores, que han estado cabildeando e incluso han amenazado con demandar al gobierno si pone le pone fin.
We are fighting for our farmers, for our country, and for our GREAT AMERICAN FLAG. We want our flag respected – and we want our NATIONAL ANTHEM respected also! pic.twitter.com/16eOLXg6Fi
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 8, 2018
“El comercio internacional ha incrementado sustancialmente su importancia para la economía agrícola, así que cualquier movimiento que cause problemas tendrá efectos significativos”, dijo a The New York Times, Dale Moore, director ejecutivo de políticas públicas del Buró Agrícola.
We have been working every day to DELIVER for America’s Farmers just as they work every day to deliver FOR US. #AFBF18 pic.twitter.com/QDH7fvFkZ7
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 8, 2018
México es el principal destino de la producción que se exporta de California y Texas. Los montos se estiman en cientos de miles de millones de dólares anuales y el fin del TLCAN resultaría devastador.
Gran parte de los agricultores que apoyaron a Trump, lo hicieron motivados por sus promesas de desregularización en materia ambiental y de impuestos. Si bien la primera se cumplió, la segunda ha resultado contraria.
Con su reforma fiscal, Trump habría aumentado en 1.5 billones de dólares la carga fiscal para la industria agropecuaria.
A todo esto se suma la acometida en contra de los inmigrantes indocumentados que ha agravado la falta de mano de obra en las granjas y campos de cultivo. Ni aumentando lo salarios, los granjeros han logrado atraer trabajadores y el esquema de trabajadores temporales ha resultado costoso y burocrático.
In every decision we make, we are honoring America’s PROUD FARMING LEGACY. Years of crushing taxes, crippling regs, & corrupt politics left our communities hurting, our economy stagnant, & millions of hardworking Americans COMPLETELY FORGOTTEN. But they are not forgotten ANYMORE! pic.twitter.com/MdYS7xnukQ
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 8, 2018
Todo esto sucede al tiempo que los granjeros estadounidenses está enfrentando el momento más álgido en décadas, con una caída abrupta en el precio de productos como maíz y trigo. Según la Federación de Granjeros de Estados Unidos, el ingreso en las granjas ha tenido la peor caída desde los tiempos de la Gran Depresión.
Así que en su reunión en Tennessee, Trump proclamó arengas e hizo promesas a los granjeros, pero cuando regrese a la Casa Blanca, seguirá con su propia agenda, en la que ellos no están incluidos.
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