Los "lloriqueos" de Trump no paran. Según él, ahora resulta que los no ciudadanos le están jugando sucio.
Ya lo dijo el presidente Barack Obama el martes, “todavía no termina el juego, y ya está quejándose“. Fiel a su costumbre, Donald Trump volvió a culpar a los inmigrantes de todas sus desgracias.
La noche del martes el candidato republicano aseguró que hay “inmigrantes ilegales votando por todo el país”.
“Hay un tremendo fraude electoral. Y como los líderes republicanos no lo ven, está más allá de mí”, dijo a Fox News, antes de un mitin en Green Bay.
Trump ha citado a un blog en el The Washington Post, en el que dos investigadores aseguraron que había suficientes “no ciudadanos” (no dijeron inmigrantes indocumentados), que votaron en 2008 y pudieron afectar la contienda por el senado en Minnesota.
The Huffington Post recordó que tal documento fue refutado por el semanario Electoral Studies, ya que los datos no eran confiables.
Después de denunciar un complot de los medios de comunicación en el que el empresario mexicano Carlos Slim estaba involucrado, Trump ha enarbolado la bandera del fraude, en la antesala de lo que puede ser su derrota en las urnas.
A tres semanas de la elección, una estimación de The Washington Post le da a Hillary Clinton más de un 90 % de posibilidades de ganar su boleto a la Casa Blanca.
Ni el mismo partido republicano ha respaldado las acusaciones. El vocero de la Casa de Representantes, Paul Ryan, negó que haya elementos para desconfiar del resultado de las votaciones del próximo 8 de noviembre.
“Deje de quejarse y vaya a ganarse los votos”, dijo Obama a Trump, a propósito de las acusaciones sin fundamento.
Pensamos igual, y como dicen en nuestro pueblo… Trump “ya se está curando en salud”.
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