Sus asquerosos comentarios racistas se le podrían revertir al mandatario.
Por: Omar Porcayo
“Yo no soy racista. Soy la persona menos racista que has entrevistado. Qué te puedo decir”, dijo Donald Trump al ser abordado este domingo en su residencia de descanso en Florida.
A pesar de lo dicho, Trump tiene un largo historial de señalamientos por racismo. Desde su época de empresario inmobiliario en la década de los 70, hasta el inicio de su campaña política cuando tachó a los mexicanos de “violadores” y “narcotraficantes”.
La semana pasada The Washington Post reveló que el presidente se refirió a El Salvador, Haití y algunas naciones de África, como “países de mierda”, en una reunión con legisladores. Además, dijo que prefería a inmigrantes de lugares como Noruega, donde la mayoría de la población es anglosajona.
Sen. Elizabeth Warren called President Trump a “racist bully” at an #MLKDay event in Boston https://t.co/PxKZqduK6a pic.twitter.com/Nw6grBLPfV
— CNN (@CNN) January 16, 2018
El comportamiento del mandatario no solo es condenable moralmente. También puede perseguirse de forma judicial, pues ha incidido en sus decisiones políticas, aseguró el juez William Aslup, magistrado del noveno circuito, que ordenó al gobierno federal reinstaurar DACA.
Juan José Gutiérrez, activista de Vamos Unidos USA, dijo a Univision que Aslup introdujo al caso la noción de que Trump decidió finalizar la protección a los “Dreamers” con un trasfondo racista.
“Lo que el juez dijo es que no se puede aceptar la decisión de Donald Trump porque está basada en violación a la ley, en racismo”, aseguró Gutiérrez.
Desde 1954 la discriminación está prohibida en la Unión Americana y si se demuestra que la orden de finalizar el alivio migratorio promulgado por el expresidente Barack Obama tuvo un trasfondo racista, se podría demandar al presidente.
“(Aslup) Dijo que el racismo puede ser introducido al caso como evidencia contundente”, aseveró Gutiérrez.
Abogados de inmigración aseguran que los dichos y tuits de tono racista de Trump, también podrían ser incorporados como pruebas de que sus decisiones están sesgadas por el odio racial.
La Corte Suprema decidirá si DACA debe continuar o terminar como lo informó el Fiscal General, Jeff Sessions, quien por cierto, durante su época como representante en Alabama, fue vetado por sus colegas por tener “claras tendencias racistas”.
Además de las implicaciones judiciales que tenga, el calificativo de “países de mierda” que usó Trump ha generado una amplia gama de reacciones.
Por ejemplo, el artista Robin Bell utilizó un juego de luces en la fachada del Trump International Hotel en Washington, DC, para proyectar la leyenda: “Este lugar es un hoyo de mierda”.
The word “shithole” is being projected onto Trump’s DC hotel. https://t.co/pq0b7b1BEW
— Scott Dworkin (@funder) January 14, 2018
En la web Yelp, los usuarios se encargaron de hacer una centena de revisiones al inmueble, tachándolo como “hoyo de mierda” y calificándolo con una estrella, haciendo que la reputación del hotel descendiera drásticamente.
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