Ya es un platillo indispensable para disfrutar del partido...
En Estados Unidos, y cada vez más en México, el Super Bowl se convierte en un pretexto para reunirse, comer y beber mientras se juega el partido.
Además de las alitas y las costillitas BBQ, el guacamole con totopos se ha convertido en una de las botanas más populares por lo que cada año los productores mexicanos se encargan de abastecer de aguacate al país y este año exportaron un récord de 120,000 toneladas del fruto para que nadie se vaya a quedar con el antojo.
¿Cómo fue que este platillo mexicano conquistó Estados Unidos?
Por un lado está la inmigración, ya que a medida que la población latina creció, también lo hicieron las opciones de comida.
Otro factor que contribuyó a su popularidad fue que la población no hispana se ha vuelto cada vez más abierta a probar otro tipo de comidas.
Pero un poco de marketing también influyó. En la década de los 90, una firma de relaciones públicas creó el “Guacamole Bowl” y le pidió a algunos jugadores y sus familias las recetas de sus dips favoritos. Poco después compartió muestras gratuitas de guacamole entre los medios deportivos antes del juego, poniendo al platillo en la mente de los aficionados.
La campaña fue todo un éxito y logró que entre 1988 y el 2000 el valor de los aguacates creciera 70 por ciento.
Los comerciales para promover el aguacate durante el Super Bowl también se han convertido en una tradición y el de este año cuenta con la participación de la actriz Kristin Chenoweth en una inusual competencia de perros donde el premio es el guacamole.
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