Para los músicos crecidos en EE. UU. cantarle a la violencia con "narcocorridos" no es opción.
Emblemáticos grupos como “Los Tigres del Norte” se hicieron famosos de costa a costa de los Estados Unidos cantando los famosos “narcocorridos” que ensalzan las vidas de criminales y narcotraficantes. Luego llegó otra generación de artistas como Alfredo Ríos “El Komander”, que trasladaron el género a otro nivel y no solo le rindieron homenaje a la cultura del narco con su música, sino también con su imagen personal.
Ahora, los más jóvenes representantes del regional mexicano están virando el timón para alejarse del estigma y sobre todo de los “narcocorridos”. Aunque cada quien tiene sus propias motivaciones, una cosa los une, van comenzando su carrera y son músicos criados en los Estados Unidos.
“Hay mucha violencia en todas partes y los narcocorridos existen desde hace muchos años, lo que nosotros intentamos hacer es música para entretener, no nos involucramos más”, declaró a Univision Kristopher Nava, vocalista de T3R Elemento, una prometedora banda grupera nacida en Las Vegas, Nevada, y que ha despegado con letras más ligeras y sin referencia al narco.
No han sido pocos los cantantes de norteño y gruperos que se han visto involucrados en mayor o menor medida con grupos de narcotraficantes, en casos extremos hasta el grado de ser presas de su violencia.
“Ya hay mucha violencia en el mundo y nos toca a nosotros no seguir impulsándola o promoviéndola, porque por ejemplo, nosotros tenemos una hermanita de 8 años y no nos gusta que escuche ese tipo de música, preferimos cantarle a la fiesta, al amor, temitas románticos y gracias a Dios estas canciones nos están funcionando muy bien”, secundó Cristian Parra, acordeonista Los Parras, una joven agrupación integrada por dos jóvenes criados en Estados Unidos.
“Me gusta componer todo tipo de historias, cosas que me pasan a mí o a conocidos, pueden ser temas tristes, románticos o alegres. Preferimos historias que le suceden a los ‘chavales’ o a ‘la plebada’ que nos gusta la fiesta y que, si nos pasamos toda la semana trabajando por qué no echarnos unos tragos el fin de semana, y así son los corridos que estamos presentando, los corridos alegres y ‘enfiestados'”, agregó Parra.
Y es que renunciar a cantar “narcocorridos” – que por cierto están prohibidos en varios estados de México -, no solo es alejarse de un grupo específico de los seguidores, sino también de onerosas sumas de dinero que se ganan por cantarlos o componerlos.
Revista Espejo documentó que hay personas que pagan hasta $20,000 dólares para que un artista poco conocido les componga un “corrido”.
“A lo largo de casi 20 años nos hemos enfrentado a la crítica hacia nuestra música, pues no entienden cómo un grupo que surgió en Michoacán no toca temas del narco, pero nuestra onda grupera y mis composiciones es otra”, reveló Humberto Plancarte, líder y compositor de Tierra Cali, una agrupación formada en Uruapan, Michoacán.
La decisión de Tierra Cali es por demás relevante, pues proceden de una localidad donde el narco está arraigado tanto en la vida social, como cultural, pero ellos creen que nunca es tarde para cambiar.
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