La decisión del juez sienta un precedente para cientos de exmilitares desterrados.
El mexicano Marco Chávez llegó a los Estados Unidos con menos de un año, consiguió su residencia y sirvió cuatro años en el Cuerpo de Infantería de Marina, pero después de ser procesado por un cargo menor y cumplir su sentencia, fue expulsado del país al que defendió.
Tras 15 años de una ardua pelea legal por regresar a la Unión Americana, un juez de inmigración permitirá a Chávez volver a casa para esta Navidad. La resolución sienta un precedente para cientos de exmilitares en la misma situación, expresaron especialistas.
“Una de las cosas que quería que mis hijos supieran es que tuvieron un padre y no tuve intención de abandonarlos”, dijo a AP el mexicano, que recibió el perdón del gobernador de California, Jerry Brown.
Great news! Great 1st step! Marine Corps Veteran Marco Chavez, who was deported 15 yrs ago, is coming home to spend the holidays with his family. Thank you @nathanfletcher @JerryBrownGov, Latham Watkins, @ACLU & so many more. https://t.co/nvxTkyCTIz
— Mel Katz (@melkatzsd) December 18, 2017
“Prestó servicio a nuestro país, se ganó el perdón y merece regresar a casa”, dijo Brown hace unos meses al perdonar a varios veteranos deportados. Esta amnistía también resultó un hito en la lucha por la repatriación.
“Eso no fue parte del plan conmigo ni con mi exesposa. Yo quería estar ahí para mantenerlos. Quizá estén resentidos, pero es comprensible”, recalcó Chávez, que se divorció de su esposa y vio a su familia dividida.
En 1998, Chávez fue hallado culpable de maltrato animal. Después de 15 meses en prisión, fue deportado a México, país que no conocía y en el que tuvo que trabajar como guardia de seguridad y en un “call center”, para sobrevivir.
Deported Veterans Support House es un centro ubicado en Tijuana que brinda soporte a decenas de veteranos deportados. Aunque no hay una cifra oficial, se estima que al menos 300 exmilitares fueron desterrados por distintos delitos.
“Hay muchas cosas, aquí siempre es difícil. Uno se cansa de esperar y a veces se siente que estás en prisión, es como tener una sentencia que no sabes cuándo se va a terminar. Quiero ya una decisión, sea la que sea”, dijo Héctor Barajas, fundador del centro y quien se encuentra en la misma situación que Chávez.
Jennie Pasquarella, de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), aseguró que el caso de Chávez es un motivo de esperanza para otros casos que se pelean en las cortes.
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