La empresa le "dio el avión" a Trump, lo dejó presumir y al final se expandirá en México.
Por: Omar Porcayo
En noviembre Donald Trump anunció con bombo y platillo que había “salvado” más de 1,000 empleos de trabajadores estadounidenses de la empresa Carrier, al lograr que desistieran de trasladar su planta de Indiana a México. Pero como casi todo lo que dice, resultó una mentira.
La fábrica de sistemas de enfriamiento y calefacción dio a conocer esta semana un calendario de recortes que incluirá el traslado de 632 empleos a Monterrey, México. 338 puestos serán eliminados para el 20 de julio, y otros 290 el 22 de diciembre.
La empresa tomó la decisión a pesar de que Trump y el vicepresidente y ex gobernador de Indiana, Mike Pence, operaron para hacer una rebaja fiscal de cerca de siete millones de dólares en los próximos 10 años, a cambio de no cerrar su planta.
Carrier había proyectado ahorros por 65 millones de dólares anuales al trasladar su planta a México, pero se dejaron presionar por el entonces presidente electo, que además jugó la carta de condicionar los contratos militares de la empresa matriz.
De acuerdo con Reporte Índigo, Chuck Jones, líder sindical en Carrier, declaró que “nunca confió en el presidente, porque cree que durante la campaña jugó con las esperanzas de la clase media”.
Carrier busca un camino para hacer rentable su operación a través de la automatización y la manufactura en un país donde la mano de obra es calificada y percibe salarios más accesibles.
“Hay un personal muy talentoso en México y los salarios son obviamente significativamente más bajos”, explicó Gregory Hayes, presidente de United Technologies, casa matriz de Carrier.
En diciembre Hayes ya había elogiado la dedicación de los obreros mexicanos y su eficiencia en la producción.
“Además el ausentismo es de alrededor de uno por ciento y la rotación de personal es de dos por ciento. Se trata de un personal muy, muy dedicado… La dedicación es mucho más alta [en México]”, dijo el ejecutivo a CNBC.
Obviamente que del lado de los trabajadores norteamericanos la noticia se tomó con pesar. Robert James, vicepresidente de la rama 1999 del sindicato United Steelworkers, calificó como “fría” la decisión de Carrier de hacer los despidos en la víspera de Navidad.
Diversos análisis económicos han revelado que los trabajos en la manufactura en Estados Unidos escasean no porque México los “robe”, sino por el resultado natural de la automatización y el nivel socieconómico del país, que exige salarios más altos.
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